Todos entendemos que una ensalada es el máximo exponente de salud en lo que se refiere a alimentación. Sin embargo, no siempre resulta recomendable, por ejemplo, puede resultar desaconsejaba tomarla para cenar. Pero, ¿cómo es esto posible?
Como se ha confirmado en diferentes estados, el momento del día en el que hacemos nuestras comidas principales puede ser determinante si estamos buscando perder peso (o también ganarlo). Y precisamente la cena es la comida del día que más problemática puede ser.
EL MEJOR MOMENTO PARA CENAR

Comer con abundancia por la noche está relacionado con mayores depósitos de grasa corporal y por consiguiente con el sobrepeso y la obesidad. Precisamente, uno de los problemas que tenemos los Españoles es que cenamos increíblemente tarde, si lo comparamos con los horarios europeos.
La recomendación de los expertos es cenar unas dos horas antes de irnos a la cama, para dormir con la digestión ya hecha. Esta pauta es aplicable a todo el mundo, pero aún cobra más importancia cuando se trata de perder peso. Durante el sueño apenas se consume energía, por lo que el organismo tarda mucho más en quemar todo lo que hemos ingerido en la cena.
ENTRE EL 15 Y EL 25% DE LAS CALORÍAS

Pero no solo influye el momento en el que tomamos la cena. También afecta el tipo de comida que elegido. La cena perfecta, según los expertos en nutrición, debería aportar entre el 15 y el 25% de las calorías totales de todo el día. Un porcentaje que tendemos a sobrepasar, debido a nuestro ritmo de vida.
Nos levantamos con prisa y desayunamos un escueto café, comemos cualquier cosa antes de volver al trabajo, y por fin, cuando llegamos a casa con hambre acumulada, y con tiempo para relajarnos, queremos comernos todo lo que hay en la nevera. Pero entonces, ¿qué problema hay con comer ensalada, si se trata de un alimento ligero?
LA LECHUGA ES INDIGESTA

Aunque la lechuga sea una verdura que apenas contiene caloría, se trata de una alimento bastante indigesto. Tiene un elevado contenido de fibra insoluble, y esto puede provocar que tengamos hinchazón de vientre y gases durante la noche.
Una alternativa es tomar ensaladas con otros ingredientes, prescindiendo de la lechuga, como ensaladas de tomate o camperas. También se recomienda que contengan algo de proteína, de esta forma no sentiremos más saciados y el hambre no nos molestará a media noche.
MEJOR ENSALADAS SIN LECHUGA

En cualquier caso, si te gusta cenar una ensalada completa porque es el mejor momento para ti para completar tu ración diaria de verduras frescas, puedes seguir consumiéndola, ya que no a todo el mundo le sienta mal.
Pero si notas que a menudo después de tomar la ensalada se te hincha el abdomen haz la prueba de dejar a un lado la lechuga. Otros vegetales con mucha fibra, como es el caso del apio, también es mejor consumirlos en el almuerzo, antes que en la cena.
PASTA Y ARROCES TAMPOCO SE RECOMIENDAN

Otros alimentos que se deben evitar a la hora de cenar si queremos perder peso o evitar kilos de más, son los platos de pasta y arroz. Esto no significa que haya que retirar totalmente los carbohidratos de nuestras cenas, pero es mucho mejor que se trate de hidratos complejos como los que aportan las verduras y los vegetales.
Otro problema añadido de los arroces o las pastas, es que solemos consumir una cantidad que no es precisamente pequeña, por lo que al final estamos ingiriendo más calorías de las que nuestro cuerpo va a necesitar. En cualquier caso, se pueden consumir en pequeñas cantidades como parte de un plato combinado, por ejemplo.
¿UN SANDWICH PARA CENAR?

Mucha gente cena un bocadillo o un sandwich creyendo que es un bocado ligero y digerible. Evidentemente, dependerá del relleno, pero por lo general no se recomienda consumir demasiado pan a última hora del día.
Como ocurre con el arroz y las pastas, el pan aporta una considerable cantidad de hidratos de carbono que, al irnos a dormir en breve, el cuerpo no podrá asimilar de forma correcta, y terminarán formando parte de nuestro tejido adiposo.
LA CENA PERFECTA

La cena perfecta, según nutricionistas, es la que contiene proteínas y vegetales. En los meses fríos, por ejemplo, sientan de maravilla las cremas ligeras de verduras y las sopas. En verano se pueden consumir cremas frías.
Otra buena opción son las verduras al vapor con una ración de proteína a la plancha o al horno, y de postre una fruta o un yogur. Las proteínas sacian y al necesitar más energía para digerirse, estimulan el consumo calórico. Por lo tanto, para perder peso, la combinación de proteína con verdura o ensalada sin lechuga, es perfecta y de fácil digestión.