La dgt ha movido ficha y la vida sobre dos ruedas acaba de volverse más sencilla… siempre que conozcas la nueva norma. Desde principios de año está permitido que las motos circulen por el arcén en caso de atasco real, un cambio que promete acabar con la eterna frustración de ver colas interminables mientras una brizna de asfalto permanece vacía.
Hasta ahora, saltar la cola y subir al arcén se saldaba con multa. Pero el artículo 36 del Reglamento ha dejado claro que, cuando la velocidad media baja de 30 km/h y la carretera está realmente congestionada, el arcén se convierte en una vía adicional para motoristas. Solo así, la dgt busca repartir el tráfico y evitar que la paciencia se convierta en riesgo.
Un giro histórico para los motoristas con lo nuevo de la DGT

Durante décadas, el arcén ha sido territorio prohibido para las motos. La dgt ha decidido ahora reconocer una práctica tan habitual como necesaria: permitir que circulen por él cuando la via principal está atascada. Este reconocimiento no nace del vacío, sino de la voluntad de reducir el estrés y el tiempo perdido en horas pico.
Para quien se pasa media vida asomando el casco entre coches parados, esta novedad drástica supone un respiro. Levantar el pie del freno y deslizarse por ese carril extra, sin miedo a la sanción, confirma que la dgt entiende las necesidades reales de los motoristas en el día a día de la ciudad.
Condiciones indispensables para usar el arcén

La dgt no ha estampado un cheque en blanco, sino que ha trazado un escenario claro: solo en atascos reales y siempre respetando una velocidad máxima de 30 km/h. Esta pauta asegura que el arco se emplee de forma responsable, sin convertirse en excusa para pisar el acelerador.
Además, al establecer que el cupo de velocidad no puede rebasar esos treinta, la dgt evita que el arcén se transforme en un circuito clandestino. Quien se pase de la raya se expone a sanciones que pueden llegar hasta 100 euros por exceso, o incluso más si se ignoran las señales.
Proteger a ciclistas y peatones

El arcén no está reservado en exclusiva a las motos; ciclistas y vehículos eléctricos de movilidad personal (VMP) también transitan por él. La dgt recuerda que al entrar en ese espacio, hay que cederles el paso y mantener una distancia prudente…
Este respeto mutuo es fundamental para que la norma funcione sin conflictos. Si los motoristas atropelan esa cortesía, pondrán en peligro a usuarios vulnerables y perderán la ventaja de circular por el arcén, pues la dgt considera intolerable cualquier incidente con ciclistas.
Multas que no perdonan el despiste

Salir del atasco por el arcén cuando no toca puede costar hasta 200 euros si no hay congestión real. La dgt no ha bajado la guardia: sin atasco o superando los 30 km/h en el arcén, la sanción puede dispararse sin contemplaciones…
Este endurecimiento busca evitar trampas de velocidad: no basta con que haya coches parados a tu izquierda. Debe existir una congestión significativa y una voluntad clara de cumplir los 30 km/h para que la dgt permita circular sin castigo.
Cuándo conviene subir al arcén

El uso inteligente del arcén tiene su momento cuando la calle principal avanza a paso de hormiga y solo el ingenio de un motor de dos ruedas te ofrece un atajo. La dgt anima a los motoristas a valorar la situación antes de incorporarse.
Saber calibrar el punto de congestión significa elegir el instante justo para deslizarse al arcén. Si te despistas y subes en un tramo donde el tráfico aún fluye, la dgt te verá como un conductor oportunista y te cobrará la multa.
Adaptar tu moto sin inventos

No necesitas adaptaciones extra para usar el arcén: basta con que las luces funcionen y la moto salga recta de la raya divisoria. La dgt no exige elementos adicionales; solo pide buena visibilidad y señalización si es necesario cambiar de carril…
Este enfoque práctico facilita que la norma se cumpla sin excusas. Con la seguridad de no andar improvisando, cada motorista puede concentrarse en mantener el equilibrio y la estabilidad al deslizarse por el arcen sin miedo a multas.
Comparativa con otras regulaciones europeas

En otros países de la UE, normas similares ya permiten que motos y patinetes circulen por el arcén bajo condiciones concretas. La dgt ha querido alinearse con esas prácticas para mejorar la movilidad urbana y reducir la presión en vías saturadas.
La experiencia internacional muestra que, cuando se regulan bien las velocidades y se fomenta el respeto mutuo, la convivencia en el arcén es un éxito. La dgt confía en que España se sume a esa tendencia sin altibajos en su aplicación.
Decisión inconclusa

Esta reforma de la direccción invita a repensar nuestra relación con el tráfico habitual. Subirse al arcén en un atasco deja de ser un riesgo con multa para convertirse en un recurso legítimo si se cumplen las normas.
El reto ahora es que cada motorista integre las regla s en su rutina y utilice este carril extra con responsabilidad y criterio, evitando sanciones y, sobre todo, construyndo una circulación más fluida y segura.