Lo que Lourdes Montes no podía prever hace tan solo unos meses es que este mes de abril llegaría a su vida con una intensidad emocional inusitada. Abril siempre ha sido especial para la diseñadora sevillana: es el nombre de su firma de moda flamenca, Miabril, una marca muy vinculada a las tradiciones andaluzas y al calendario festivo de su tierra. En este mes, su taller cobra vida con la preparación de vestidos para la Feria de Abril de Sevilla, una cita que ella y su equipo esperan con entusiasmo cada año. Además, no es raro que en este mes coincida también la Semana Santa, otra festividad profundamente arraigada en su familia, especialmente por la vinculación de Francisco Rivera con las hermandades sevillanas. Sin embargo, este 2025 ha traído consigo un motivo más para recordar abril como un mes inolvidable. El pasado 9 de abril, Lourdes Montes y Francisco Rivera dieron la bienvenida a su tercer hijo en común, el cuarto para el torero. Una noticia que llegó en pleno fervor primaveral, mientras Sevilla se engalanaba para sus fiestas y las calles comenzaban a llenarse del aroma a incienso y azahar.
Lourdes Montes y Francisco Rivera vuelven a ser padres

La pareja abandonó el hospital solo dos días después del nacimiento del pequeño, y lo hicieron con una expresión de felicidad que reflejaba el momento dulce que están viviendo. Lourdes, que siempre ha sido muy discreta en lo que respecta a su vida personal, compartió desde entonces algunas imágenes en sus redes sociales, evitando mostrar al bebé, pero dejando entrever su emoción. En una de las publicaciones más comentadas, mostró un rincón de su hogar decorado con las flores que ha recibido tras el nacimiento de su hijo. En otra, se puede ver el carrito del recién nacido en una terraza rodeada de naranjos, una escena típicamente sevillana que simboliza a la perfección la calma con la que están viviendo estos primeros días en familia. Estas imágenes no solo transmiten la dulzura de este nuevo capítulo, sino también una clara voluntad de mantener su intimidad, incluso en un momento tan especial.
La Semana Santa, tan simbólica para ellos, está transcurriendo de forma distinta este año. En anteriores ediciones era habitual ver a la pareja paseando por el centro de Sevilla, especialmente el Domingo de Ramos, acompañados por sus dos hijos mayores e incluso, en ocasiones, por Tana Rivera, la hija de Francisco y Eugenia Martínez de Irujo. Todos lucían sus mejores galas para disfrutar de las procesiones, en un ambiente de devoción que siempre han sabido combinar con la elegancia. Esta vez, sin embargo, no se les ha visto por las calles. Lourdes ha publicado una imagen de un balcón sevillano, sin aparecer en ella ni junto a su marido ni con los niños, lo que ha dado pie a pensar que han optado por vivir esta Semana Santa desde la tranquilidad de su hogar, centrados en cuidar a su recién nacido y adaptarse a esta nueva rutina familiar.
A pesar de su discreción, todos los ojos están puestos en ellos ante la llegada del Jueves Santo, uno de los días más señalados para la familia. Francisco Rivera tiene una profunda vinculación con la Hermandad de la Esperanza de Triana, a la que pertenece desde hace años. De hecho, durante un largo periodo, el torero fue costalero del Cristo de las Tres Caídas, una de las imágenes más veneradas de la Semana Santa sevillana. Este día ha sido siempre uno de los más esperados por el matrimonio, que solía participar activamente en los actos litúrgicos, y que incluso ha protagonizado momentos muy comentados en la prensa, como aquel encuentro amistoso con Eugenia Martínez de Irujo y su esposo Narcís Rebollo en la calle, hace tan solo dos años. Una estampa que sorprendió a muchos por la naturalidad con la que se desarrolló, pese a los años de distancia que han mediado en su relación desde su separación.
La estabilidad de Francisco Rivera

Está por ver si este Jueves Santo volverán a dejarse ver o si, como ya ocurrió el pasado domingo, decidirán mantenerse en la intimidad de su hogar. La llegada de un bebé cambia las prioridades, y aunque Francisco Rivera siempre ha demostrado una gran implicación con las tradiciones religiosas de su ciudad, esta vez el foco está puesto en su familia. Todo indica que han preferido vivir estas fechas tan señaladas de forma más recogida, disfrutando de cada instante con su hijo recién nacido y dedicándose plenamente a la crianza. Este nacimiento ha traído un nuevo equilibrio a sus vidas, y ambos parecen estar disfrutando de esta etapa con serenidad y plenitud.
La elección de compartir solo ciertos momentos a través de redes sociales refleja no solo su voluntad de proteger la privacidad de su hijo, sino también el estilo con el que siempre han manejado su exposición pública: cercanos pero prudentes, naturales pero discretos. Lourdes Montes, lejos de buscar protagonismo, ha sabido conjugar su faceta de diseñadora con la de madre y esposa, manteniendo un perfil bajo que muchos aplauden por su coherencia y autenticidad. Su firma de moda flamenca, que estos días estaría sumida en plena actividad por la cercanía de la Feria de Abril, ha quedado en un segundo plano mediático, cediendo el protagonismo absoluto a la llegada de Nicolás, nombre que según apuntan fuentes cercanas, podría ser el elegido para el nuevo miembro de la familia.
En definitiva, este abril está siendo para Lourdes Montes y Francisco Rivera un mes de emociones nuevas y de muchas primeras veces. Lejos de los flashes de la prensa y de los compromisos sociales, la pareja ha decidido refugiarse en lo esencial: su familia. Y aunque los sevillanos esperan poder verles algún día por las calles durante esta Semana Santa, nadie duda de que su mayor procesión este año se celebra en casa, entre pañales, ternura y noches en vela, pero también con el corazón lleno de amor.