Cristina de Borbón tuvo una vida desafiante, pero ella siempre se tomó de la adversidad como un reto que superar. Diversas alteraciones en su historia personal, incluyendo la terminación de su relación matrimonial con Iñaki Urdangarin y su transición a una etapa desconocida han supuesto para ella cambios que no han sido fáciles.
Pero, de lo que no se habla es de que la infanta Cristina sufre de un trauma infantil que ha hecho que rechace toda posibilidad de someterse a ninguna clase de modificación corporal o de intervención estética en su cuerpo, y esto es lo que cuenta el portal elnacional.cat en su sección enblau y que nosotros vamos a analizar en nuestro post de hoy.
La transformación de la infanta Cristina

En 59, la infanta Cristina parece una mujer renovada. Después de estar lejos de la atención por un tiempo, se está acostumbrando a una nueva fase de su vida. Su separación de Iñaki Urdangarin marcó tanto cambios personales como sociales. Desde allí, Infanta ha comenzado a construir vínculos con sus hijos, y especialmente con su hermano, el rey Felipe VI, y ha descubierto un nuevo medio de satisfacción
Hoy, Cristina reside entre España y Suiza, y aunque ha relajado su vida privada, ha participado en diversas reuniones sociales. Uno de los últimos fue el Carnaval de Lanzarote, durante el cual fue acompañada por su prima, Alexia de Grecia, mostrando una gran sonrisa, muy como la señora segura y contenta que se había convertido, en palabras de elnacional.cat/enblau.
Su aparición en la boda de su primo Nicolás

La anterior ocasión de su aparición en los medios fue durante la unión de la casa real griega en el matrimonio celebrado en Atenas, de su primo, Nicolás de Grecia, donde la infanta Cristina fue de las figuras más destacadas del evento, no solo por ser de las mejores vestidas, sino por lo radiante que se ve, a pesar de que está por cumplir los sesenta años de edad.
Una vez que han podido superarse todos los obstáculos que se le han presentado en su vida personal y encontrado un camino para enmendar ciertas planas familiares, la imagen que proyecta hoy la infanta Cristina es la de una mujer exuberante, que tiene muchas ganas de vivir y de la que podemos esperar mucho más.
La causa del trauma fue desvelada en la revista ¡Hola!

¡Hola¡ dice que la infanta Cristina no se va a hacer ninguna operación cosmética. El motivo para haber tomado esta elección se origina en un episodio vivido durante su adolescencia, que la lleva a alejarse tajantemente de cualquier procedimiento estético que implique una cirugía.
Para comprender su punto de vista, necesitamos viajar de vuelta con una de sus antepasadas. Su abuela, la Reina Federica, la madre de la Reina Sofía, tuvo un problema cardíaco después de que se sometió a una cirugía estética facial, alrededor de sus ojos en el Hospital de Madrid. Aunque el procedimiento parecía sencillo, se convirtió en algo muy grave debido a razones desconocidas, y el resultado es público y notorio, la reina Federica falleció por ello.
Realmente, no era para menos

El incidente ha afectado profundamente a Infanta Cristina, impulsándola a jurar que nunca se haría una cirugía cosmética. Aunque la cirugía cosmética es frecuente entre los individuos destacados, Cristina ha elegido un método más orgánico y centrado en el bienestar para el mantenimiento de su cuerpo y cara, según nos comenta elnacional.cat/enblau.
Lo cierto es que haber pasado por una situación de esa naturaleza nos hace entender la razón por la cual la infanta Cristina rechaza de plano realizarse cualquier clase de procedimiento quirúrgico estético, y que haya optado por métodos alternativos, como la buena alimentación o el ejercicio rutinario, aceptando su edad como un proceso natural de la vida.
La única operación estética que se ha realizado

Incluso con sus deseos contra las cirugías, la infanta Cristina ha estado consciente de los tratamientos médicos y los ha aceptado cuando fueron de absoluta necesidad. Tres años atrás, pasó por una suite quirúrgica para eliminar un crecimiento molesto en el rostro. A pesar de que el procedimiento era de menor riesgo y la infanta estuvo satisfecha con el resultado, no optará por la cirugía cosmética en el futuro.
Como se informó por numerosos conocedores cercanos a la infanta, Cristina favorece el método de preservar su cara y su cuerpo al natural, en lugar de aceptar los procedimientos cosméticos como los deseados por las estrellas del cine y la tele, ella prefiere alimentarse bien y caminar, tal como lo cuentan las fuentes de elnacional.cat/enblau.
La alimentación de la infanta Cristina: un factor clave

La infanta Cristina muestra una postura rigurosa frente a los procedimientos cosméticos, y se adhiere a un régimen estricto que incide sobre su cuerpo. Durante muchos años, ha elegido el modo de comer sólo productos del mar, que es muy bueno para la salud, como han dicho muchos especialistas en la materia y que comenzó desde la Reina Sofía.
Consumir verduras, frutas, hortalizas, cereales, nueces y productos del mar, mientras que omite las carnes rojas y el pollo. En lugar de ello, se permite el consumo de pescados y mariscos. Este tipo de nutrición ofrece varios beneficios para la salud, tales como mejorar la salud del corazón, reducir el colesterol, y promover una mejor digestión, debido al contenido de fibra en muchos de los alimentos consumidos.
Un plan que le permite verse bien y sentirse bien

La infanta Cristina sigue este plan de alimentación saludable para permanecer en forma y parece funcionarle bastante bien. Además, promueve la actividad física y la ingesta de vitaminas que combaten los síntomas del envejecimiento. A pesar de las indicaciones intrínsecas del envejecimiento, como las arrugas faciales y el pelo gris, mantiene un aspecto joven y completamente hidratado.
A medida que Cristina se acerca a los 60 años, parece estar más cómoda dentro de sí misma. Aunque los signos de la edad son notables en su rostro, su perspectiva sobre la vejez es favorable, e incluso han abrazado sus señales como prueba de la experiencia que le ha dado la vida, por tanto, no tiene por objetivo ocultar el impacto del tiempo, sino que reconoce sus años de forma pacífica y plena.
La vida de infanta Cristina: una mirada hacia el futuro

La infanta Cristina, alejada totalmente de los procedimientos quirúrgicos estéticos, decidió seguir tratamientos no invasivos, manteniendo una forma de vivir saludablemente. Este enfoque pareciera centrarse en hacer prevalecer el bienestar personal, aceptando el paso de los años, por encima de los paseos por un quirófano, lo que le ha dado un aire de autenticidad y de madurez cónsono con su perspectiva de la vida.
Siendo una mujer que tuvo que atravesar múltiples, ha logrado conseguir una manera de tener felicidad en su vida. Este trauma de su niñez la ha llevado a tener una postura más simple frente a los signos de la edad y a la dignidad con la que deben ser llevados, como un reflejo de su autoaceptación, viviendo de manera natural.
El mejor enfoque de todos

Con 59 años de edad, la infanta Cristina es un ejemplo de cómo es posible vivir una vida plena, llevando una alimentación saludable y teniendo una orientación positiva hacia la vejez. Claro que las arrugas son parte de su cara, pero mantiene una belleza natural, con una actitud que es su gran fortaleza.