Gloria Camila ha reaparecido en Madrid en un momento especialmente delicado para su familia, justo después del mediático cara a cara judicial entre su sobrina Rocío Flores y su hermana Rocío Carrasco. La hija de Ortega Cano ha acudido este martes a la presentación de la nueva propuesta veraniega de Ponche Caballero y Candela, un evento celebrado en uno de los templos del flamenco de la capital, y allí no solo ha querido hablar sobre cómo se encuentra personalmente tras avivarse los rumores de crisis con el cantante Álvaro García, sino que también ha aprovechado para arropar públicamente a su sobrina, que atraviesa días emocionalmente muy complicados.
Gloria Camila apoya a Rocío Flores

La influencer ha querido mostrarse cauta y respetuosa ante las preguntas sobre el enfrentamiento judicial que ha devuelto a su sobrina y a su hermana a un mismo espacio físico tras más de una década de distanciamiento absoluto. Con serenidad, Gloria ha dejado claro que no va a entrar en el fondo del asunto, aunque ha confirmado que estuvo al lado de Rocío Flores tras su declaración ante los jueces y el tenso reencuentro con su madre, una escena que no dejó indiferente a nadie y que culminó con la joven abandonando la Audiencia Provincial entre lágrimas y visiblemente afectada. “Yo a mi sobrina la quiero muchísimo y siempre vamos a estar apoyándola”, ha recalcado Gloria con contundencia, evitando valorar el papel de Rocío Carrasco o entrar en confrontaciones familiares que, como bien sabe, solo generan más ruido mediático.
Al margen del juicio, Gloria también ha tenido que enfrentar las preguntas sobre su propia vida sentimental, sobre todo después de acudir sola el pasado fin de semana a la boda de su primo Chema en Bilbao. La ausencia de Álvaro García en una cita tan señalada ha encendido las alarmas sobre una posible ruptura, pero lejos de confirmar o desmentir, Gloria ha optado por una respuesta ambigua en la que deja entrever que, aunque hay una relación especial, no se trata de un compromiso formal. “Estoy fluyendo, estoy bien, estoy viviendo un momento en el que me doy mis tiempos, mis espacios”, ha afirmado, tratando de desdramatizar el hecho de haber asistido sola al enlace y recordando que no todo vínculo implica compartir cada evento social.
Gloria insiste en que su vínculo con el cantante gaditano nunca ha sido definido por ella como una pareja establecida, de modo que no puede hablar de ruptura cuando “no había nada que romper”. Para la hija del torero, esta etapa vital está marcada por el autoconocimiento, la calma y la libertad de no tener que encajar en moldes preestablecidos. “Que estés conociendo a alguien no significa estar obligada a ir con esa persona a todos lados”, ha sentenciado con firmeza, subrayando que no quiere verse envuelta en interpretaciones que distorsionen la realidad de una situación que vive con madurez y sin presiones externas.
La situación es dolorosa

En la misma línea de sinceridad, la joven ha confesado que no contempla, por ahora, proyectos personales como el matrimonio o la maternidad. Aunque no los descarta para el futuro, reconoce que aún no se siente preparada para dar ese paso. “A mí me encantaría casarme el día de mañana. Además, súper boda, iglesia, mi cola larga… y ser madre también, evidentemente. Pero ahora mismo no”, ha asegurado con una sonrisa, consciente de que todavía tiene muchos capítulos por vivir antes de embarcarse en esos compromisos. De este modo, Gloria Camila demuestra que, pese a las presiones mediáticas y familiares, mantiene el control sobre su vida, prioriza su bienestar y el de los suyos, y prefiere seguir caminando con cautela, sin comprometer su equilibrio por expectativas ajenas.
La situación familiar que atraviesan las hijas de Rocío Jurado sigue siendo una fuente constante de tensión mediática, y Gloria Camila, aunque ha intentado mantenerse al margen de los focos en los últimos años, no ha podido evitar verse salpicada por los conflictos judiciales que envuelven a su hermana y a su sobrina. Su presencia en este evento ha servido no solo para mostrar una imagen serena y centrada, sino también para marcar una posición clara sin necesidad de profundizar en declaraciones polémicas. Fiel a su estilo, ha optado por el silencio prudente frente a cuestiones delicadas, pero ha reafirmado su compromiso afectivo con Rocío Flores, lanzando un mensaje de respaldo sin fisuras en un momento especialmente frágil para la joven.
A pesar de la presión externa y de las especulaciones constantes sobre su vida sentimental o su postura familiar, Gloria parece haber encontrado un equilibrio entre proteger su intimidad y compartir ciertos aspectos de su día a día. Su manera de gestionar la exposición pública, sin dejarse arrastrar por la necesidad de alimentar titulares, le permite mantenerse firme en sus convicciones y proteger los vínculos que verdaderamente le importan. En medio del dolor de una familia rota por años de desencuentros, su actitud transmite una voluntad de acompañar desde el cariño, evitando la confrontación directa y el juicio público, un enfoque que, en estos tiempos convulsos, se presenta como un gesto de madurez emocional.