La trama de La Promesa se desarrolla en un tejido de secretos, de venganzas, de decisiones, de decisiones irrevocables. El capítulo 617 de la famosa serie, promete ser un punto de no retorno para algunos de los personajes principales de la serie, alcanzando unas cotas de intensidad pocas veces observadas en la serie. Curro, empujado por una promesa sagrada, está a un paso de hacer saltar la verdad de la muerte de su hermana Jana.
CURRO Y LA SOMBRA DE JANA

La determinación de Curro en La Promesa por alcanzar la justicia ha sido su norte vital desde el fallecimiento de Jana, pero ahora, por fin, las piezas del rompecabezas empiezan a engranar. Lo que acaba de suceder en la Joyería Llop ha sacudido los cimientos de su búsqueda: no sólo fue el escenario del intento de asesinato en su contra, fue también el lugar del encargo macabro que cegó la vida de su hermana.
Cada uno de los detalles cuenta, y Curro sabe que el tiempo va en su contra. Con sus aliados a su lado, el joven evalúa sus opciones: volver a infiltrarse en la joyería o bien ir directamente a la gerente, Esmeralda, que puede tener las claves que está buscando.
El problema no es el de saber la verdad, el problema es el de lograr que alguien confiese esa verdad.
Esmeralda no es la mujer más fácil de amedrentar, y Curro va a tener que manejar sus cartas con la precisión de un cirujano. Un error puede alertar a los auténticos culpables, no solo poniendo en riesgo su vida, sino también la de quienes lo están ayudando. La sombra del asesino es larga y su influencia también se extiende más lejos de lo que Curro pudiera imaginar.
La promesa que le hizo a Jana no es solo una promesa, es una carga que lo mete en la vorágine. Cada paso que da lo lleva a la judiada, pero también hacia la redención. Y el asesino, mientras tanto, está suelto, así que la pregunta que flota en el aire es del todo evidente: ¿qué hará cuando curro se le ponga a la cara? Los espectadores se preguntan si el enfrentamiento frente a frente será el clímax de su venganza o el arranque de una tragedia mucho más grande. Hay heridas que no se cierran, y algunas verdades que podrían ser más dolorosas que el silencio.
Pero Curro no camina solo. Desde las sombras, otros personajes clave van dejando sitio a sus movimientos, unos maravillados, otros recelosos. La red de secretos de La Promesa es tan inmensa que incluso los aliados más fieles podrían ocultar traiciones. ¿Hasta dónde va a estar Curro dispuesto a llegar en cumplimiento de su promesa? Lo que afirme podría determinar su propia suerte, pero también la de todos aquellos que lo rodean.
EL ÚLTIMO ADIÓS A LA PROMESA

Tras años de intrigas y de servidumbre en La Promesa, Rómulo ha hallado en Emilia la paz que tanto deseaba. Su feliz reencuentro ha sido un bálsamo para su cansada alma, y ahora no desea más que alejarse para siempre de los muros de La Promesa. El mayordomo no tiene ya fuerzas para ser testigo de más intrigas de los marqueses.
Y Rómulo empieza a dar cuenta de su decisión a quienes más quiere, dejando ver claramente que su marcha es inminente, nada más que eso. Para él, no es un cambio de trabajo, sino una oportunidad de reescribir una vida alejada del poder, de la traición. Pero en un lugar como La Promesa, despedirse no es fácil. Las miradas que se cruzan y los murmullos de otros sirvientes le siguen, como si su decisión fuese una afrenta. Los muros mismos parecen susurrar que nadie deja la hacienda sin pagar un precio.
Rómulo planea, mientras tanto, la retirada, pero Ángela hace un esfuerzo titánico por mantener su lugar en la hacienda. Su cara a cara, de frente, con Leocadia es una prueba clara de que no todos están dispuestos a abandonar la partida. ¿Acaso Rómulo y Ángela compartirán por última vez el mismo espacio, o volverán a reencontrarse en un insólito momento de espera?
Tensión, mucha tensión, pero aun así su búsqueda de paz será devastada por las coincidencias del destino. Emilia asiste inquieta a los intentos de las sombras de la historia por conducirlo de nuevo. ¿Logrará Rómulo escapar o, por el contrario, La Promesa lo atrapará una vez más?
LA TENTACIÓN DEL CONDADO

El ducal ha preferido un puente de oro de la potencialidad del poder, pero cruzar podría suponer un precio excesivo. Catalina y Adriano hacen frente a una de las decisiones más decisivas de la vida de ambos: aceptar el condado ofrecido o bien rechazarlo a cambio de la independencia. Un paso en falso podría hacer desmoronarse La Promesa para siempre.
Las necesidades aumentan. El tiempo corre en su contra, y todas las miradas están sobre ellos. Si aceptan serán clave en el régimen político de la región y objetos de atención de sus enemigos. Si lo rechazan, podrían perder una oportunidad única a cambio del mantenimiento de su libertad. Catalina, que es muy hábil, sabe que la decisión no se puede reducir a tierras y títulos, eso es una simplificación; es decidir el futuro de su familia. Adriano, por su lado, debe decidir si el poder vale los sacrificios. La pregunta no es qué deseo tienen, sino qué están dispuestos a sacrificar.
Pero hay algo más en juego de lo que parece. El duque no es un benefactor altruista y su oferta encierra condiciones ocultas. ¿A qué espera realmente a cambio? Catalina sospecha que tras tanto altruismo hay un juego de poder que puede llevarlos a una guerra no deseada. Adriano, más precavido, teme que aceptar el condado los ate a unas ataduras que no podrán eludir.
Mientras delibera, las facciones contrarias ya están preparadas para la acción, sin importarles cuál sea la respuesta. El tiempo se consume; la respuesta de Catalina y Adriano resonará en los rincones de La Promesa, sea la que sea su elección, una cosa es evidente: nada volverá a ser igual. ¿Se comenzará la escalada en las potencias o será la estocada en la caída? El capítulo 617 promete dejarlo claro.