El embalaje, el nuevo aliado en la imagen de las marcas

El auge de las redes sociales, compartir casi todo a través de Instagram, Twitter, Facebook, etc., ha provocado que las empresas cuiden al extremo cómo entregar sus productos a los clientes.

¿Quién no ha visto a un famoso influencer subir en sus perfiles un ‘unboxing’ del último regalo/compra que ha recibido/hecho? Esta práctica es cada vez más habitual como estrategia de marketing de las empresas. Los miles de ‘likes’ son potenciales compradores que han visto cómo un futbolista, una actriz, un cantante o un personaje público ha abierto con tanto cuidado la caja de embalaje que contiene sus nuevas botas, su crema o cualquier producto que se pueda imaginar.

Colores, papeles de seda, texturas, lazos, dibujos… todo es imagen y todo vende. Desde una caja de zapatos a una barra de pan, pasando por lo más clásico como las prendas de ropa, el abanico de productos que han abrazado el embalaje personalizado ha crecido exponencialmente.

Toda la oferta es susceptible de amoldarse a los gustos de diseñadores y directores de marketing que quieren lanzar una imagen de marca a través del packaging de sus productos. Por ello, el sector del embalaje ha sufrido una enorme revolución en los últimos tiempos para adaptarse a las necesidades de las compañías en este ámbito, y en www.embaleo.es, un e-commerce centrado en los embalajes para negocios, han sabido sacarle partido y ofrecer en su web todo tipo de cajas, bolsas, fundas, adhesivos, etiquetas, sobres, etc.

IMAGEN Y PROTECCIÓN

El embalaje de los productos es una gran herramienta de marketing para las empresas. Sin embargo, también hay que destacar su importancia como protector del producto que va en su interior.

En el caso de las tiendas físicas no tiene tanta relevancia, pero en el caso del comercio electrónico los productos que llegan rotos a su destino son un grave problema para la compañía. Por un lado, multiplica sus gastos de envío (que en muchas ocasiones no repercute en el cliente final) al tener que recuperar el paquete. Además, ese artículo normalmente no vuelve a venderlo. Tiene que sustituirlo por un nuevo y hacer de nuevo el envío. Tanto es así que muchas empresas incluyen en sus presupuestos anuales una partida denominada «pérdidas por devoluciones».

Este motivo provoca que las compañías extremen el cuidado en el embalaje y protección de productos delicados y frágiles. Mercancías con cristal o cerámica son las que más probabilidades tienen de rotura. Consecuentemente, partículas de relleno de poliestireno, relleno decorativo, sobres de burbujas, bolsas de aire, canalones de cartón y demás opciones se antojan vitales para que las mercancías lleguen sanas y salvas en sus cajas de embalajes o sobre a su destino.

TIENDAS FÍSICAS Y ECOMMERCE SE HAN SUBIDO A LA OLA DEL EMBALAJE

El boom del embalaje ha ido en paralelo al del ecommerce en España. El comercio electrónico ha experimentado un enorme crecimiento en los últimos años. En concreto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) calcula que la facturación del comercio electrónico en España ha pasado de 2.823 millones de euros a 10.116 millones entre el tercer trimestre de 2013 y el mismo periodo de 2018, lo que supone un crecimiento del 260% en cinco años. Pero las tiendas físicas no han quedado ajenas a este fenómeno y son muy pocas las que no ofrecen bolsas, fundas o cajas diferenciales y únicas.

Los embalajes se han convertido para las empresas en una herramienta de imagen, protección y, en definitiva, una manera de mejorar la experiencia de cliente de los compradores. Este aspecto es clave en la fidelización y prescripción que tanto ansían las compañías en un mercado globalizado donde la oferta es enorme y la capacidad de diferenciación cada vez menor.