En una isla desierta y otros confinamientos idílicos

La expansión del brote de coronavirus avanzó sin avisar, saltando fronteras y transportando infectados -muchos de ellos sin saber que lo estaban- por tierra, mar y aire, de forma que fue imposible delimitar la velocidad y el alcance del contagio. La irrupción de un virus tan virulento y la adopción de medidas preventivas de urgencia por parte del Gobiernos pilló a cada cual en un lugar. La obligación de confinarse tuvo un efecto tan inmediato que muchos no tuvieron tiempo de reaccionar.

La mayoría, en casa, ejercitando su rutina. Éstos se encerraron sin más. Otros, por avatares del destino, están pasando confinamientos más curiosos, llamativos…incluso idílicos. El encierro no está siendo igual para todos.

EN UNA ISLA DESIERTA DEL PACÍFICO SUR

Brisa Hennessy, una de las mejores surfistas del planeta, undécima del ranking mundial, está confinada junto a sus padres en el hotel que éstos regentan en la isla de Namotu, a ocho kilómetros de la costa oeste de Fiji. De forma que su confinamiento transcurrirá en una isla desierta surfeando, durmiendo y tocando el ukelele, según ha contado en una entrevista al diario ElMundo.

En el país oceánico, los datos de afectados por el virus son realmente bajos -el primer caso fue el 19 de marzo, ahora hay cinco en una población de casi un millón-, pero las restricciones ya se parecen a las decretadas en la mayoría de lugares del mundo.