Este sencillo gesto que haces a diario podría salvarte la vida

Las manos son una parte de nuestro cuerpo que utilizamos continuamente y que están todo el rato en contacto con objetos, superficies, personas, animales, etc. En definitiva, a lo largo del día tocamos un montón de cosas diferentes que pueden no estar tan limpias como creíamos y que pueden ser el foco de gérmenes e infecciones. El sencillo de gesto de lavarte las manos con frecuencia podría salvarte la vida, al hacer de barrera contra estos agentes externos que provocan enfermedades. Lavarse las manos con agua y jabón reduce en un 25% las infecciones respiratorias, y en un 50% las diarreas. Sin embargo, no basta con hacerlo de cualquier manera, sino que hay que seguir unas pautas adecuadas para que este hábito repercuta positivamente en nuestra salud.

La importancia para tu salud de lavarte las manos

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 80 mil personas mueren al año por enfermedades que se podrían haber evitado simplemente lavándose las manos, especialmente en países en vías de desarrollo, donde esto se ha convertido en un problema de primera orden. Y es que este sencillo gesto puede prevenir de más de 200 enfermedades, algunas de ellas tan comunes como la gripe, la gastroenteritis, la neumonía o la diarrea. Por eso es importante que aprendamos desde pequeños a realizar adecuadamente esta rutina, que puede aumentar y mucho nuestra esperanza de vida, aunque muchas veces no lo hacemos bien. Si quieres saber cuáles son los pasos a seguir para un correcto lavado de manos, sigue leyendo.

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Cuándo hay que lavarse las manos

Lo primero que debemos saber para tener una buena higiene de manos es cuándo y cuántas veces al día debemos hacerlo. La respuesta es que debemos hacerlo de forma continua y habitual y conseguir que se convierta en una rutina que nos salga sin pensar. Hay determinadas ocasiones en las que parece obvio, como por ejemplo antes y después de comer, antes y después de cocinar o antes y después de ir el baño. Sin embargo, también deberemos las manos con frecuencia cuando éstas hayan estado en contacto con superficies como mesas de bares, al salir del metro, etc. Cuando hayamos ido a visitar a alguna persona enferma o vayamos a ir a ver a un bebé hacerlo será especialmente importante. En definitiva, lávate las manos cada vez que entres en casa y de forma regular cuando estés dentro.  

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Pasos a seguir para una correcta higiene de manos

A veces vamos con prisas y cuando llegamos al lavabo nos echamos un poco de jabón, lo aclaramos con agua, y pensamos que así ya hemos conseguido tener las manos limpias. Sin embargo, esto no es así. Lavarse las manos bien es muy fácil pero hay que seguir algunas pautas. Lo primero que debes hacer es mojártelas bien con agua tibia antes de aplicar el jabón. Luego, frota bien ambas palmas, entrelaza los dedos y termina frotando con las yemas de una mano la palma de la otra. Esto debes hacerlo durante un mínimo de 20 o 30 segundos para una correcta higiene. Después, enjuaga bien la espuma generada, ya que es donde se acumulan las bacterias.

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Sécate bien las manos

Tener las manos húmedas aumenta mucho la probabilidad de propagar gérmenes con respecto a unas manos limpias y secas. Por eso, tras un correcto lavado, es importante que nos las sequemos adecuadamente. Lo primero que hay que tener en cuenta y lo más importante es que nunca hay que secarse las manos en la ropa, menos aún si es ropa que has usado para salir a la calle, ya que podría estar sucia y contaminada. Cuando estamos dentro de casa, lo normal y más económico es secarnos las manos con una toalla, que deberemos cambiar al menos dos veces a la semana para asegurarnos de que está limpia. En los baños públicos, lo mejor es hacerlo con toallas de papel desechables y evitar los secadores de aire que propagan las partículas en el aire.

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Elije un buen jabón para tus manos

Elegir un buen jabón de manos no solo es importante para mantener una higiene adecuada, sino también para evitar problemas y enfermedades cutáneas como la dermatitis. La mejor opción si tienes la piel sensible que se seca y se irrita con facilidad es elegir un jabón neutro. Este tipo de jabones tiene un PH similar al de la piel humana y es tolerado por casi cualquier tipo de pieles. Además no genera reacciones cutáneas por un uso continuado como sí lo hacen otros jabones, ya que no lleva componentes irritantes como perfumes y colorantes. Eso sí, hay que tener cuidado a la hora de comprar un jabón de estas características y mirar detenidamente los ingredientes ya que no todos son tan neutros como parecen.

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El jabón de glicerina para un lavado natural

Los jabones de glicerina son una buena opción para una adecuada higiene de manos, siempre y cuando sean naturales. La mayor parte de los jabones de glicerina presentes en el mercado están hechos a base de sustancias químicas y detergentes sintéticos a los que se les añade glicerina, aunque desde luego este no es el ingrediente principal. Por eso debemos poner atención a los ingredientes que aparecen en la etiqueta. La glicerina es un jabón neutro y respetuoso con nuestro pH, por lo que las personas que sufren algún tipo de enfermedad cutánea pueden usarlo sin mayor problema. Además, tiene propiedades hidratantes.

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Evita los jabones antibacterianos

Los jabones antibacterianos son un producto muy popular entre los consumidores. Sin embargo, no son realmente necesarios. Lavarte las manos con un jabón normal, neutro o de glicerina, es más que suficiente y, además será mucho mejor para nuestra piel. Su eficacia, de hecho, no ha sido comprobada científicamente, al menos en lo que respecta a los que se pueden adquirir en el supermercado. Además, este tipo de jabones sí alteran el pH y está demostrado que tras un uso prolongado pueden generar problemas cutáneos, por lo que su uso está contraindicado para personas que tengan la piel sensible o sufran algún tipo de afección como dermatitis.

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Raquel Pérez
Raquel Pérez
Ourense, 1992 Graduada en periodismo en la Universidad Complutense de Madrid Redactora de actualidad