La salida a Bolsa de Ibercaja sigue siendo uno de los culebrones empresariales del año. La compañía bancaria aludió el pasado mes de junio al mal momento del mercado para retrasar su incursión al mercado de valores español. Teóricamente, se espera que la caja aragonesa dé el salto definitivo a la bolsa nacional en un futuro.
Pese a que la entidad tenía mandato gubernamental de saltar al mercado de valores, Ibercaja, al crear un fondo de reserva el pasado mes de junio, no tiene la obligación de debutar en Bolsa. El banco liderado por Víctor Manuel Iglesias debía haber saltado al mercado de valores hace dos años por mandato gubernamental. Debido a la pandemia y a la situación del mercado de valores en aquel momento, el Ejecutivo decidió darle espacio para que el banco con sede en Zaragoza debutase en Bolsa. Ahora, habiendo pasado cerca de dos años, Ibercaja no tiene la obligación de saltar al mercado de valores.
LA VOLATILIDAD Y LA INCERTIDUMBRE SIGUEN PRESENTES
Atendiendo a que el banco alegó su no salida a Bolsa por las circunstancias del mercado y, además, añadió que lo haría cuando las circunstancias fueras «más propicias«, Ibercaja se ha complicado la vida. Y es que el panorama empresarial no ha mejorado mucho con respecto al pasado mes de febrero y el pasado mes de julio. De hecho, la volatilidad y la incertidumbre que ya afloraba en el mercado se ha mantenido. La guerra entre Rusia y Ucrania, además de la incesante inflación, han seguido mermando las economías nacionales y al mercado de valores.
EL IBEX 35 SUPERÓ LA BARRERA DE LO 8.500 PUNTOS HACE APENAS DOS SEMANAS
El panorama actual dibuja un terreno pantanoso para cualquier empresa que quiera saltar al mercado de valores. Es cierto que el sector financiero parece estar atravesándolo de una forma más cómoda, algo que beneficia a Ibercaja. Pese a ello, el mercado de valores sigue sumido en la volatilidad. Prueba de ello es que el Ibex 35 está atravesando un momento bajista cuando hace tan solo dos semanas varios analistas lo ubicaban en la barrera de los 9.000 puntos. Y es que, aunque Ibercaja no cotizaría en el selectivo nacional de primeras, el momento actual del índice evidencia que el momento es complejo dadas las circunstancias macroeconómicas.
IBERCAJA HA PODIDO PERDER CREDIBILIDAD
Es decir, Ibercaja debutaría en Bolsa en un mal momento para la economía. Algo paradójico, ya que la entidad aragonesa prorrogó su salida al mercado de valores a la espera de una mejora del escenario empresarial. Además de ello, los analistas coinciden en que todos los pasos en falso que el banco aragonés ha dado en su salida a Bolsa han podido copar la paciencia de los inversores. Es decir, todas las posposiciones que la entidad financiera ha ido haciendo pueden haberse visto como un síntoma de fragilidad ante la situación económica actual. Los expertos consideran que el banco ha podido perder credibilidad al posponer hasta en dos ocasiones en lo que va de año su salida a Bolsa.
LAS NUEVAS SUBIDAS DE TIPOS, CLAVE PARA IBERCAJA
Ahora, y viendo lo que está por venir, Ibercaja deberá afrontar un escenario marcado por la alta volatilidad, la cabalgante inflación y nuevas subidas de tipos por parte del BCE, algo que a priori beneficia a la compañía. La caja aragonesa tiene marcado en rojo la próxima reunión de tipos del BCE, la cual se llevará a cabo el 9 de septiembre. Los analistas estiman que el organismo liderado por Christine Lagarde subirá los tipos de interés en no menos de 50 puntos básicos. De ser así, la nueva subida se uniría a la ya dada el pasado 21 de julio de 50 puntos básicos.
LOS EXPERTOS NO DESCARTAN QUE EL BCE SUBAN LOS TIPOS DE INTERÉS EN 75 PUTNOS BÁSICOS
Pese a que la subida de las tasas de interés son un lastre para la mayoría de las empresas, no lo son para las compañías del sector financiero. De hecho, los analistas sostienen que las subidas de tipos beneficiarían a la banca, sobre todo a aquellas firmas que desarrollasen gran parte de su negocio en el mercado doméstico. Aquí es donde Ibercaja podría hacerse fuerte.
LAS CIRCUNSTANCIAS AÚN NO SON «PROPICIAS»
Sea como fuere, la espera le puede salir cara a Ibercaja. Y es que habiendo pasado más de seis meses desde que el banco aragonés decidió posponer su salida a Bolsa, las circunstancias del mercado no son «más propicias». El momento sigue marcado por la volatilidad y la incertidumbre financiera. Además, la realidad del mercado de valores es bajista. Sumado a esto, los potenciales inversores de Ibercaja ven dudas en la compañía. La credibilidad de la firma liderada por Iglesias está en entredicho. Miguel Momobela, analista de XTB, declaró en Inversión.es a mediados del pasado mes de mayo que todos los pasos en falso de la institución «pueden verse como un factor negativo dada la incertidumbre que reflejan los movimientos de la entidad.
IBERCAJA LOGRÓ UNA VALORACIÓN DE 1.700 MILLONES DE EUROS
Ibercaja mantiene que su futuro pasa por el mercado de valores. La institución financiera ya no tiene la obligación de debutar en el mercado de valores. Por lo pronto, la firma aragonesa logró una valoración de 1.700 millones de euros para activar su salida a Bolsa en otoño. Octubre es el mes clave para la compañía. Está por ver si el momento mejora de aquí hasta la fecha del debut. Por lo pronto, la volatilidad y la incertidumbre siguen azotando a un mercado de valores venido a menos en la segunda mitad de 2022.