IAG: British Airways pierde influencia y las low-cost aprietan el mercado

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British Airways, una de las aerolíneas principales del holding hispano-británico IAG, está siendo el lastre del grupo en lo que va de ejercicio. Los múltiples problemas de personal y laborales que arrastra la compañía hacen que la firma se deje un 27% de su valor en el Ibex 35 en lo que va de 2022 y las perspectivas para el resto del año no son muy halagüeñas. Son problemas que comparte con Iberia y con otras aerolíneas del sector, donde las cancelaciones y los retrasos de vuelos están siendo la tónica general en los últimos meses.

Las 40.000 cancelaciones de British Airways en el aeropuerto londinense de Heathrow y los problemas que está teniendo Iberia Express (la firma low-cost del grupo para vuelos de corta y media distancia) también con suspensiones de vuelo debido a la huelga de tripulantes de cabina de pasajeros (TPC) dan buena muestra de la situación.

Tras el verano, época especialmente activa en viajes, se espera un descenso del consumo mayor de lo habitual por la elevada inflación y el encarecimiento del coste de vida. En este contexto, British Airways se encuentra en un momento complicado y los recientes datos ofrecidos por la consultora Cirium prueban el descenso en la influencia que lleva protagonizando desde el año pasado.

BRITISH AIRWAYS PIERDE INFLUENCIA

Según el ranking que elabora la firma, basado los datos de más de 600 operadores de vuelo, el tráfico mundial descendió en 2021 en un 57% en comparación con el pico anterior al año pandémico. Entre las aerolíneas que mejores cifras obtuvieron, se encuentran American Airlines, Delta Air Lines, United Airlines y Southwest Airlines, lo que demuestra la fortaleza del mercado doméstico estadounidense.

Por su parte, las aerolíneas de bajo coste siguieron subiendo en la clasificación en todas las regiones, siendo Ryanair la compañía más grande de Europa y situándose en el puesto número cinco de la clasificación. Air France se mantuvo en el puesto número 13, la alemana Lufthansa cayó posiciones y British Airways salió del top 20 del ranking, reflejando así la debilidad de la firma británica respecto a sus competidoras.

El motivo principal de la caída de las aerolíneas europeas es su dependencia de la combinación de los viajes de negocios y de vuelos de larga distancia, que han sufrido más que el resto cayendo cinco puntos porcentuales hasta el 64%. De esta caída se han beneficiado en gran medida las aerolíneas de bajo coste, que aumentaron su participación en este segmento hasta el 26%. Un trasvase de pasajeros que demuestra cada vez más el mayor favoritismo de los viajeros por opciones más económicas.

Mientras las compañías tradicionales pierden terreno, las aerolíneas de bajo coste salen reforzadas de la crisis actual y el escenario de recesión que puede llegar en los próximos meses a Europa. Si bien es cierto que las aerolíneas tradicionales ya han aumentado el precio de sus billetes para hacer frente a los costes de la inflación energética, otras firmas low cost también avisan de lo que está por venir en los próximos años.

RYANAIR APRIETA EL MERCADO

De este modo, Ryanair ya ha avisado de que subirá las tarifas de 40 a 50 euros durante los siguientes cinco años. Las subidas serán la tónica general en el mercado aéreo y las compañías que saldrán beneficiadas de este escenario serán las que cuentan con ofertas más asequibles. En este contexto, algunas firmas tradicionales ya están iniciando campañas de captación de clientes para competir en este segmento de mercado.

En este sentido, Iberia ha iniciado recientemente una campaña de ofertas tras el final de la temporada de verano para vuelos a España y Europa desde 25 euros por trayecto. La compañía ha informado en un comunicado que también habrá de hasta 174 euros para Estados Unidos o 265 euros para distintas ciudades de América Latina, también ida y vuelta. Se trata de ofertas que estarán disponibles hasta el 19 de septiembre.

Las medidas para ofrecer tarifas más baratas es una estrategia centrada en competir con las aerolíneas de bajo coste, en un escenario donde el mercado está cada vez más apretado. Así lo demuestran los últimos datos de tráfico de pasajeros de Ryanair, que reflejan un aumento del 52% en agosto en comparación con el mismo mes de 2021.

Con 16,9 millones de pasajeros y una ocupación del 96%, la aerolínea irlandesa demuestra nuevamente su dominio. La situación económica global puede seguir apretando el mercado y Ryanair y el resto de firmas de bajo coste lo tienen todo de cara para seguir ganando cuota de mercado en detrimento de las aerolíneas tradicionales. Un reto que compañías como IAG tendrán que afrontar en los próximos meses.