El último programa de ‘No somos nadie’ comenzó con uno de esos debates que dejan huella en el plató. Una vez más, el foco estuvo puesto en la familia Campos, y más concretamente en el comportamiento de Alejandra Rubio y su pareja, Carlo Costanzia, tras la reciente función teatral de Terelu Campos. La polémica surgió cuando el joven actor se negó a posar con su suegra ante los medios, prefiriendo esconderse en un portal para evitar ser fotografiado. La escena no pasó desapercibida y provocó una avalancha de comentarios entre los colaboradores del programa, que no dudaron en analizar cada detalle de lo ocurrido.
2El ataque de María Patiño
Fue entonces cuando María Patiño decidió intervenir, llevándose toda la atención del debate. La periodista, que no acostumbra a morderse la lengua, lanzó una dura crítica tanto a Alejandra como a su pareja. “Alejandra Rubio y Carlo Costanzia se van a comprar un piso”, comenzó diciendo, dejando claro que ambos jóvenes están dando pasos importantes en su relación. Sin embargo, sus siguientes palabras desataron la polémica: “Ellos se van a comprar un piso gracias al género que yo represento”, afirmó con ironía, en referencia al mundo del corazón y al dinero que genera el hablar públicamente de la vida privada.
Patiño continuó con un tono cada vez más indignado, denunciando la actitud de Carlo al esconderse de las cámaras. “Parecerá muy demagogo, pero si yo tengo la posibilidad de hacer un dinero de manera lícita para hablar de mi vida, porque te invitan a los programas, de lo que yo también vivo… Y después, en una foto, haces ese ridículo, que es un niño de ocho años caprichoso escondiéndose”, dijo con contundencia. Para la periodista, el gesto de Carlo fue una falta de respeto hacia el propio ecosistema mediático que, según ella, también beneficia económicamente a Alejandra y a su entorno. “Califico de indecente la estampa de esconderse de la foto”, sentenció, dejando claro que considera esa actitud hipócrita y poco coherente.
El resto de colaboradores coincidió en respaldar las palabras de María Patiño. Belén Esteban tachó la escena de “ridícula”, Chema Garrido habló de “vergüenza ajena” y Kiko Matamoros la calificó de “grotesca”. Sin embargo, Matamoros intentó suavizar el tono general al recordar que Carlo “está en un mercado y verá cómo lo maneja”, dando a entender que el joven actor aún está aprendiendo a moverse en el terreno mediático. Aun así, el consenso fue claro: el comportamiento de Carlo fue visto como una muestra de inmadurez y desagradecimiento hacia quienes, directa o indirectamente, contribuyen a su notoriedad pública.








