La noticia que recogemos hoy en Gossip, la sección más leída de Merca2, nos muestra el lado más humano y vulnerable de una de las colaboradoras más queridas de la televisión: Lydia Lozano. La periodista, conocida por su energía inagotable y su sonrisa contagiosa, ha vivido en las últimas semanas uno de los momentos más duros de su vida personal. Su esperada reaparición en el programa ‘¡De Viernes!’ ha sido un auténtico torrente de emociones, donde Lydia se ha abierto en canal para relatar el delicado estado de salud de su marido, Charly, y el miedo que ha sentido ante la posibilidad de perderle. Con la voz entrecortada y visiblemente afectada, la colaboradora explicó que ha pasado días de auténtico sufrimiento. “Estuve dos días sin parar de llorar cuando me dijeron que tenían que operarlo del corazón”, confesó, dejando al público en un sobrecogedor silencio.
1El mal momento de Lydia Lozano
La silla de Lydia había permanecido vacía durante dos semanas, y su regreso no fue uno más. Fue un regreso desde el dolor, desde la verdad y desde el amor profundo que siente por su compañero de vida. Después de 35 años juntos, Lydia y Charly han demostrado ser una pareja sólida, discreta y muy unida, pero el destino los ha puesto a prueba de la forma más inesperada. Todo comenzó —explicó ella con un nudo en la garganta— con una operación de espalda programada. Una intervención aparentemente rutinaria que, con el paso de los días, se transformó en una auténtica pesadilla. “Todo iba bien hasta que empezó a salir un líquido amarillo, y gracias a Dios, el doctor se dio cuenta de que aquello no era normal”, relató. Tras realizar un cultivo, los resultados fueron demoledores: una bacteria había infectado la zona operada. Lo que al principio parecía una complicación menor terminó convirtiéndose en una grave amenaza para su vida.
La infección avanzó de forma silenciosa y rápida, obligando a los médicos a actuar con urgencia. Lydia recordó con detalle el instante en que todo cambió: “Cuando yo os dije el viernes pasado que no podía venir es porque a Charly le operan del corazón. La bacteria se comió una válvula”. La frase cayó como un jarro de agua fría en el plató, donde sus compañeros escuchaban conmovidos. “Que te digan de repente que tienen que abrirle el corazón a tu marido es algo que no se olvida. Pasé mucho miedo. Él es deportista, tiene una vida sana, el corazón lo tenía perfecto. Y de pronto te dicen que una bacteria se lo ha comido… fue devastador”, explicó con lágrimas en los ojos.
La operación fue larga y compleja. Los cirujanos tuvieron que retirar la válvula dañada y limpiar toda la zona infectada del corazón, un procedimiento delicado pero necesario para evitar que la bacteria siguiera propagándose. “Le quitaron la válvula, le limpiaron toda la parte del corazón y ahora le hacen analíticas constantes para comprobar que la infección no ha vuelto”, explicó Lydia con voz temblorosa, pero más serena al confirmar que la cirugía había salido bien. Aun así, el proceso de recuperación será largo. Su marido deberá permanecer ingresado al menos cinco o seis semanas, ya que el tratamiento antibiótico es intravenoso y no puede aplicarse en casa. “Charly va a estar en el hospital varias semanas, pero está fuerte, animado, y eso me da fuerzas a mí también”, añadió con emoción.
