España, a la cola de Europa en empleo parcial entre mayores de 55 años

Un estudio del Ivie y la Fundación BBVA destaca que el 90 % de los mayores de 65 años están inactivos y reclama más oportunidades de empleo flexible

España, a la cola de Europa en empleo parcial entre mayores de 55 años

En España, la jubilación ya no es solo el cierre de un ciclo laboral y de empleo, sino el inicio de un nuevo capítulo que requiere equilibrio y reflexión. Una reciente investigación bandera de la Fundación BBVA y el Ivie alerta sobre una paradoja que incide sobre la actividad de la población mayor: unas pensiones relativamente generosas y un bajo uso del empleo a tiempo parcial frena la reincorporación al trabajo después de los 55 años. Una situación que plantea desafíos para el mercado laboral, el sistema de pensiones y la propia autonomía de quienes alcanzan la edad avanzada.

PENSIONES GENEROSAS Y CAÍDA DEL EMPLEO

PENSIONES GENEROSAS Y CAÍDA DEL EMPLEO
Fuente: Freepik

La investigación determina que el 38,1 % de las personas de entre 55 y 64 años en España no estudian ni trabajan (una cifra que supera más de duplo la de los jóvenes de 25 a 34 años; 16,1%). Y lo más esclarecedor: la cifra se eleva a un 90,4% para aquellos que tienen entre 65 y 74 años, coincidiendo con la plena jubilación. La pregunta esencial: ¿por qué este fenómeno ha alcanzado tales cifras? Parte de la respuesta está en la estructura de las pensiones en España.

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El estudio revela que la pensión media para los mayores se sitúa próxima al 80% del salario mediano que tenían antes de jubilarse (frente a menos del 60% en la media europea). Esta diferencia hace que, desde un punto de vista económico, la mayor parte de los mayores disponga de una renta, lo que les resta el imperativo económico de seguir trabajando. A ello se añade otro factor: la escasa utilización de los contratos a tiempo parcial para el grupo de edad más avanzada. En España, solo el 11,6% de los trabajadores mayores trabajan en régimen de tiempo parcial (muy por debajo del 23,9% de la media europea para el segmento).

IMPLICACIONES PARA LAS PERSONAS MAYORES

España, a la cola de Europa en empleo parcial entre mayores de 55 años
Fuente: Freepik

Las consecuencias de este escenario son múltiples y van más allá del mero hecho de no tener trabajo. Para la persona mayor existe el riesgo de perder el sentido de propósito, de desconectarse económicamente de la actividad productiva, que también es una forma de mantenerse activa socialmente. Nuestro estudio muestra que las personas mayores con más formación tienen mayor participación en el mercado de trabajo, mejor salud, mayor bienestar y son más felices. Por tanto, la necesidad de mantenerse activo laboralmente —o en otra actividad— tiene un valor mucho más amplio (y no sólo económico).

Desde un plano más amplío, la reducción de la participación laboral entre población mayor implica retos para el propio sistema de pensiones y el mercado de trabajo. Si buena parte del colectivo mayor no permanecerá activa, se amplía la brecha entre la población económicamente activa y aquella que depende únicamente de la pensión, con el consiguiente impacto sobre el sistema para su sostenibilidad. Además, la falta de empleos parciales limita la posibilidad de crear puestos de trabajo y puede generar rigidez en el mercado. También hemos detectado que cuando las personas mayores pierden su empleo en los últimos años laborales tienen mayores dificultades para reincorporarse.