domingo, 28 septiembre 2025

Fernando González, nutricionista: «Creo en la variedad, en encontrar el equilibrio, no en casarte con ninguna dieta milagro»

- Fernando González desmonta mitos sobre dietas rápidas y revela claves para una salud sostenible.

El nutricionista y antropometrista Fernando González lo dice sin rodeos: la salud no se construye con atajos ni con fórmulas mágicas. Lo verdaderamente importante es aprender a cambiar los hábitos de forma sostenible. “Puedes estar más flaco, pero no necesariamente más saludable”, suele repetir. Y tiene razón: detrás de cada promesa de pérdida de peso rápida se esconde casi siempre un costo alto para el cuerpo.

La antropometría: un mapa del cuerpo

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Las dietas rápidas esconden riesgos para el cuerpo. Fuente:Canva

Quizás la palabra “antropometría” no sea parte de nuestras charlas de café, pero en el mundo del deporte y la nutrición es fundamental. González la describe como una ciencia que estudia la composición y las proporciones del cuerpo. Dicho de otra manera, no se trata solo de ver cuánto pesa alguien, sino de mirar qué hay detrás de ese número: cuánta grasa, cuánto músculo, qué tan fuerte es la estructura ósea.

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Él lo explica con una imagen muy clara: “Es como hablar del chasis y el motor de un auto: la estructura ósea y el músculo tienen que estar en equilibrio”. Puede sonar rudimentario, pero lo cierto es que este método es muy preciso y ayuda a conocer hasta dónde puede llegar el cuerpo en cuanto a ganancia muscular o resistencia.

Dietas rápidas: la trampa de la inmediatez

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Dormir bien favorece el equilibrio metabólico. Fuente:Canva

Hoy en día sobran planes que prometen adelgazar en tiempo récord. González no niega que funcionan en lo inmediato, pero advierte el problema: muchas veces lo que se pierde no es solo grasa, sino también músculo, y eso a largo plazo es una factura difícil de pagar.

No hay una “dieta perfecta”. Algunas como la cetogénica o la paleolítica pueden aportar beneficios, pero ninguna tiene la verdad absoluta. “En la variedad se encuentra más equilibrio”, insiste, recordando que no todo pasa por verse bien en el espejo. La verdadera salud está en cómo funciona el cuerpo por dentro, en esa “maquinaria invisible” que es nuestro metabolismo.

¿Cuántas veces hay que comer?

Durante años se repitió la idea de que había que comer cada dos horas para “activar el metabolismo”. González discrepa: “Eso solo mantiene a la cabeza pensando todo el tiempo en comida”. Su propuesta es más simple: cuatro comidas al día, sin obsesiones.

Y cuando se habla de ayuno intermitente, lo plantea con sensatez: puede ser útil para regular el azúcar en sangre y darle un descanso al cuerpo, pero no hay que lanzarse de golpe. “El cuerpo se termina adaptando, pero hay que hacerlo de a poco”, advierte.

Suplementos: ni milagros ni demonios

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El mercado está lleno de cápsulas y polvos que prometen resultados sin esfuerzo. González es claro: la mayoría carece de evidencia sólida. “Algo que te haga bajar de peso sin cambiar nada más… es ciencia ficción”, resume.

Eso sí, hay excepciones. La creatina, uno de los suplementos más estudiados, ayuda a ganar músculo y hasta a mejorar la concentración. Y el Omega 3, que casi nadie consume en cantidad suficiente, es clave para la salud cardiovascular. El problema es que los buenos suplementos —los que se purifican para eliminar metales pesados— suelen ser caros.

El cambio de conducta: el verdadero desafío

Si algo repite González es que la parte más difícil no está en la dieta en sí, sino en la mente. “Por más matemática que apliques, si no hay cambio de hábito, no habrá resultados”, enfatiza. Y todos lo sabemos: cuántas veces empezamos motivados y terminamos abandonando. La clave está en crear una relación distinta con la comida, más consciente y menos impulsiva.

Dormir bien también es salud

Un tema que suele pasar desapercibido es el sueño. González lo pone en el centro: dormir mal aumenta el cortisol y complica la pérdida de grasa. Sus consejos son sencillos pero efectivos: cenar más temprano, priorizar proteínas (como las que contienen triptófano, que ayuda a dormir) y evitar el alcohol. Porque sí, puede dar sueño, pero roba calidad al descanso.

El mensaje de Fernando González es refrescante en un mundo lleno de “recetas mágicas”: la salud se construye con ciencia, paciencia y hábitos sostenibles. No hay atajos. Lo que sí hay es un camino, a veces más largo de lo que quisiéramos, pero mucho más seguro: cuidar el cuerpo como si fuera ese motor que, con buen combustible y mantenimiento, puede acompañarnos fuerte durante muchos años.


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