El gazpacho se erige cada verano como el aliado perfecto contra el calor: fresco, saludable y listo en un instante. Pero no todos los gazpachos envasados que encontramos en el supermercado cumplen lo prometido. Un estudio de la OCU ha analizado 39 referencias para desvelar cuáles merecen la pena y cuáles esconden excesos de aditivos o ingredientes de segunda, poniendo en evidencia grandes diferencias y alertando a los consumidores más desprevenidos.
Conocer los resultados de esta cata profesional evita sorpresas en el paladar y en la salud. Elegir mal puede traducirse en un gazpacho aguado o con azúcar de más, mientras que optar por el mejor implica disfrutar de un sabor auténtico, óptimo para combatir el calor y reconfortar el espíritu sin remordimientos.
7Azúcares y sal: enemigos silenciosos

En la cata nutricional, la OCU detecta gazpachos con niveles de azúcar y sal que superan los recomendados, comprometiendo salud y frescura. Un exceso de ambos altera el sabor natural y excede lo saludable en cada vaso.
Los informes aconsejan buscar productos con menos de 3 g de azúcar y 0,5 g de sal por cada 100 ml. Esa limitación asegura un gazpacho ligero, apto para dietas bajas en sodio, que conserve propiedades nutricionales sin trampas ocultas.