El gazpacho se erige cada verano como el aliado perfecto contra el calor: fresco, saludable y listo en un instante. Pero no todos los gazpachos envasados que encontramos en el supermercado cumplen lo prometido. Un estudio de la OCU ha analizado 39 referencias para desvelar cuáles merecen la pena y cuáles esconden excesos de aditivos o ingredientes de segunda, poniendo en evidencia grandes diferencias y alertando a los consumidores más desprevenidos.
Conocer los resultados de esta cata profesional evita sorpresas en el paladar y en la salud. Elegir mal puede traducirse en un gazpacho aguado o con azúcar de más, mientras que optar por el mejor implica disfrutar de un sabor auténtico, óptimo para combatir el calor y reconfortar el espíritu sin remordimientos.
6Riesgos ocultos en las etiquetas

No todo lo que reluce es tomate: la OCU alerta del uso excesivo de agua y de concentrados de tomate de baja calidad en varios envases. Cuando el porcentaje de tomate cae, la textura se vuelve líquida y el sabor, demasiado tenue y genérico.
Etiquetas que destacan “campero” o “artesanal” no siempre traducen mejor sabor. Por eso, leer el listado de ingredientes y comparar porcentajes de tomate, pimiento y aceite de oliva resulta imprescindible para distinguir un verdadero gazpacho de un sucedáneo edulcorado.