El mito del corte de digestión al bañarte después de comer persiste como una realidad absoluta o una tradición exagerada en cierto folclore gastronómico. Todos lo hemos escuchado alguna vez: supuestamente no te metas en el agua hasta dos horas después de comer.
Repetido por mamás, papás y abuelos, este consejo se ha arraigado profundamente en la cultura, convirtiéndose en una regla de verano no escrita prácticamente de la noche a la mañana. ¿Qué hay de cierto en esta advertencia? Pero, ¿qué hay de cierto detrás de esta ominosa advertencia?
1¿Es realmente peligroso bañarse después de comer?

Bañarse después de comer puede ser bastante peligroso. La ciencia actual desmiente por completo la idea de un supuesto corte de digestión supuestamente provocado por el consumo de agua fría en el cuerpo humano. Numerosos expertos y estudios afirman que los procesos digestivos persisten ininterrumpidamente tras una inmersión repentina en agua fría.
La digestión dura entre 4 y 6 horas, de forma variable según el tipo de alimento y la persona, por lo que ese supuesto margen de dos horas carece de una base fisiológica clara. No existe evidencia científica de que la inmersión en agua después de comer represente un riesgo digestivo alguno, aunque aparentemente todavía.