Paz Padilla ha decidido tomar medidas legales después de varios días de tensión mediática a raíz de la polémica surgida en torno a su nueva aventura empresarial. La humorista y presentadora ha emitido un comunicado contundente a través de sus redes sociales para desmentir las informaciones difundidas por los programas Y ahora Sonsoles de Antena 3 y TardeAR de Telecinco, a los que acusa de promover una campaña de desprestigio. En el centro de la controversia se encuentra el logotipo de su marca de ropa ‘Noniná’, que incluye la imagen de una raspa de sardina, símbolo muy vinculado a la tradición comercial de Cádiz.
1El escándalo de Paz Padilla y su hija

Todo comenzó cuando ambos espacios televisivos se hicieron eco del malestar de varios comerciantes gaditanos, quienes denunciaron que Padilla había registrado una imagen que consideran representativa de su cultura local. La polémica se disparó al difundirse que la cómica había oficializado ese logotipo en el Registro de Marcas y Patentes, lo que algunos interpretaron como un intento de apropiación de un símbolo colectivo. A partir de ahí, las críticas se intensificaron tanto en redes sociales como en televisión, y el debate sobre la legitimidad del registro se convirtió en un tema de interés general.
Paz Padilla ha querido aclarar que no tiene intención alguna de apropiarse de un símbolo cultural ni de impedir que otros lo utilicen. En su comunicado, asegura que el diseño registrado es único y específico para su marca, limitado al ámbito textil y de complementos, y que en ningún caso supone una exclusividad sobre la imagen genérica de la raspa. “La raspa no es nuestra, y jamás hemos pretendido que lo sea. Es de Cádiz, además de un símbolo universal en muchísimos lugares de costa. No se puede registrar ni patentar”, ha explicado.
La actriz también ha puesto en duda la forma en que se ha tratado este asunto en los programas televisivos que, a su juicio, han difundido información falsa. En lugar de tratar el tema con rigor, cree que se ha optado por explotar mediáticamente una confusión, generando rechazo social. “Lo único que me ha dolido de todo lo que ha pasado es que hayan calado mentiras y calumnias con la única intención de generar odio y dividirnos”, lamenta. Se muestra especialmente molesta con quienes la han acusado de perjudicar a su propia tierra: “Que alguien haya podido pensar que yo soy capaz de hacer algo que perjudique a mis raíces y a mi gente me duele profundamente”.