Conducir por nuestras carreteras lleva implícito un riesgo que se traduce en sanciones económicas cuando cometemos errores. Ahora la DGT anuncia una reforma radical: atar cada infracción al nivel de renta del conductor. De un plumazo, una misma multa podrá costar desde unos pocos cientos de euros hasta cantidades desorbitadas según tus ingresos.
Este giro legislativo busca aumentar la percepción de justicia, pero también dispara la ansiedad de quien teme no poder afrontar un precio inesperado. A continuación descubrirás cómo funciona este nuevo sistema, en qué casos te favorece o te perjudica y qué debes hacer para no llevarte sorpresas.
2Multas adaptadas al bolsillo: ¿qué significa?

En la práctica, cuando un conductor supere un estacionamiento indebido, el importe ya no será fijo: irá desde 200 euros para el tramo más bajo de renta hasta 1.000 euros en el tramo más elevado. Esa variación se aplica a todo tipo de multas, no solo a las de aparcamiento.
La DGT incorporará tres tramos de renta: por debajo de 70.000 euros, entre 70.000 y 85.000 y por encima de 100.000 euros. Cada tramo multiplica la sanción base hasta en un 500 %, con derecho a la reducción del 50 % por pronto pago.