Los semáforos, esos postes luminosos que jalonan nuestras calles y avenidas, se han convertido en una parte tan intrínseca de la conducción urbana que apenas reparamos en ellos, salvo cuando el rojo nos detiene. Pero es precisamente en esos momentos de aparente calma, cuando la tentación de desviar la atención del volante se hace más fuerte, que la Dirección General de Tráfico, la DGT, agudiza su vigilancia para cazar a los infractores. No se trata de una leyenda urbana ni de una exageración; la tecnología y la determinación de este organismo para reducir la siniestralidad han convertido cada esquina con semáforo en un posible punto de control, y las multas pueden llegar sin previo aviso.
Y no hablamos solo de pasarse el disco en ámbar apurando, que también, sino de esas otras acciones que, aunque realizadas con el vehículo detenido, pueden acarrear una sanción económica considerable y la pérdida de puntos. Parece que la DGT ha decidido tomar cartas en el asunto, especialmente con aquellas conductas que, aunque breves, considera que merman la capacidad de reacción del conductor en un entorno tan dinámico como es la circulación. La sensación de estar parado no exime de la responsabilidad de mantener la atención plena en la conducción, un matiz que muchos conductores parecen olvidar con demasiada frecuencia.
5MÁS ALLÁ DE LA SANCIÓN: LA SEGURIDAD VIAL EN JUEGO

Es fundamental comprender que, más allá del temor a la multa, el objetivo principal de estas medidas de la DGT es fomentar una cultura de seguridad vial. Las distracciones al volante, incluso las que ocurren durante breves detenciones en semáforos, son una de las principales causas de accidentes en nuestras carreteras y ciudades. Cada acción que nos aparte de la tarea de conducir incrementa el riesgo de manera exponencial.
Por tanto, la próxima vez que el semáforo se ponga en rojo, es crucial recordar que seguimos siendo parte activa de la circulación y que nuestra atención debe permanecer intacta. Evitar la tentación de coger el móvil, retocarse el maquillaje o buscar algo en el bolso no solo nos librará de una posible sanción de la DGT, sino que contribuirá de manera significativa a un entorno vial más seguro para todos, que es, al fin y al cabo, la meta que persigue este organismo.