domingo, 16 junio 2024

Cuando Ancelotti inició el declive del Real Madrid con Medionalum y Parmalat como testigos

Carlo Ancelotti se ha ganado a la afición del Madrid en el terreno de juego y fuera él.  Esto es como entrenador, porque como jugador, fue quien dio la primera pincelada de lo que sería un lento declive del Madrid, sobre todo en competición europea.  Esta semana se cumplieron 35 años de una de las noches más aciagas del madridismo: el 5-0 que el Milán de Arrigo Sacchi en lab vuelta de la seminfinal de la entonces denominada Copa de Europa, la Champions de los 80.

Ese choque despertó al Madrid del sueño europeo, un sueño que pensaba que podía recuperar después de la pesadilla de la temporada anterior en la que se quedó fuera de la final siendo, de largo, el mejor equipo de Europa. El golpazo en ‘San Siro’ todavía retumba en las paredes del Bernabeú. Medionalum lucía en la camiseta del Milán y Parmalat era la marca que estaba estampada en las zamarra del Real Madrid.

Real Madrid y san Siro

El Madrid se paseaba en la liga nacional, que ganaba de calle, en marzo ya se sabía el campeón, solían decir los crónicas de entonces. La Quinta del Buitre se lucía en casa, pero como decía Manolo Sanchis, cuando comparaba títulos con su padre, que también jugó en el Madrid, me seguía faltando la Copa de Europa. Le faltó hasta que en 1998 los merengues ganaron en Ámsterdam ‘la Séptima’.

Eso sí, hasta entonces el Madrid tuvo un peregrinar duro, sobre todo porque no esperaban caer con el Milán, y mucho menos recibir una goleada como la de San Siro. Vienen a la mente las palabras de Maradona cuando debutó con el Nápoles en Verona: “Nos dieron un Baile…”, dijo Diego en unas declaraciones que recogió Canal Plus en el marco de un especial resumen de la liga 92-93, una temporada en la que Maradona volvió al campeonato español para jugar en el Sevilla de Carlos Bilardo.

La verdad es que el Madrid, que había empatado a uno en la ida de la semifinal,  vio como le pasaba un huracán por encima. Una máquina perfectamente engrasada, que hacía del fuera de juego y la presión su ley y que cuando se puso por delante, nadie supo parar.  Todos naufragaron ese día. El primero, el portero Buyo, un habitual seguro de vida, que falló en el primer gol, un tiro lejano y centrado de Ancelotti que el arquero gallego se ‘comió’. Después, el centro del campo donde Schuster ni la vio; los delanteros, Hugo Sanchez y Emilio Butragüeño, ‘el Buitre’ estuvieron de vacaciones en San Siro.

Fue un mal día. La lluvia torrencial que cayó ese día, el 19 de abril de 1989 fue todo un aviso de lo que iba a suceder a miles de kilómetros de distancia. Los goles e Ancelotti, Rijkaard, Gullit, Van Basten y Donani dejaron tocado al entrenador, Leo Beenhaker y a los jugadores, por más que ganaran de calle la Liga. Llegaba una nueva era, la del Milán de Sacchi, que fue una era fabulosa, aunque no siempre jugaron de cine. Ocurre que ese Milán, el de Berlusconi, fichaba lo que quería, puro lujo.

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Fuente: Diario Marca.

El Madrid ese campaña hizo doblete. Ganó Liga y Copa, pero el presidente del club, Ramón Mendoza decidió que había que cambiar.  La finezza del tulipán Beenhaker por el látigo del entrenador de la Real Sociedad, que era el inefable John Toshack. 

La temporada en la que ‘El monstruo del fútbol español’, como llamaba el narrador Héctor del Mar al centrocampista del Madrid Rafael Martín Vázquez, se salió del mapa no fue tampoco la de la Copa de Europa del Madrid. Volvió a caer eliminado. Esta vez en cuartos de final. 

El rival fue el mismo que dejó fuera a los blancos la campaña anterior. El Milán de Sacchi y los holandeses. Esta vez el Madrid sí que pudo poner como excusa al árbitro. Michel Voutrot se inventó un penalti a Van Basten. Buyo hizo claramente la falta fuera del área, pero el colegiado, en una decisión made in uefa, siempre con el que juega de local, se sacó de la manga la pena máxima.

El Milán ganó dos a cero y en la vuelta solo perdió 1-0 ante un Madrid que se vio impotente ante la jaula del fuera de juego de los italianos.

Esa campaña fue la del récord de goles del Madrid en Liga: 107 goles.  Una derrota inesperada en la final de Copa del Rey ante el Barcelona, salvó del despido a Johan Cruyff, que, experimentó en sus carnes lo que es un cambio de ciclo. Llegaron 4 ligas y una Champions para el Barcelona. El Madrid de ‘La Quinta’ iniciaba su declive.


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