España tiene su propio laboratorio de homologación vehicular

En su diccionario, la Real Academia Española define la palabra homologar como Dicho de una autoridad: Contrastar el cumplimiento de determinadas especificaciones o características de un objeto o de una acción. Expresado con otras palabras, este término podría definirse como la acción de comprobar que algo se ajusta a las normas que le afectan. Tanto en el mercado español como en el internacional, hay una serie de requisitos que coches, camiones, campers y otros cuantos vehículos deben cumplir a la hora de comercializarse. Estos estándares globales permiten, entre otras cuestiones, garantizar que cada una de las partes que componen el vehículo en concreto ha sido fabricada atendiendo a una normativa que respalda su calidad y eficiencia.

En España, el LCOE es el laboratorio de homologaciones oficialmente respaldado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MINCOTUR). Desde el Laboratorio Central Oficial de Electrotecnia, se efectúa la homologación de vehículos de toda clase a nivel nacional y con proyección también internacional. Entre otras tareas, su equipo de profesionales se ocupa de realizar los ensayos previos a expedir la homologación de maquinaria agrícola. Con un campo de acción que se remite a España y Europa, el LCOE permite a sus clientes obtener -por ejemplo- los certificados de homologación de tipo UNECE, que son los que avalan que el vehículo cumple los parámetros establecidos y exigidos por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa.

Ya son más de 70 años de experiencia en este sector como también laboratorio de homologación de vehículos industriales. Con un equipo de más de 30 especialistas, desde 1949, el LCOE ha contribuido a ratificar la seguridad vial homologando coches, campers, maquinaria agrícola, camiones y maquinaria industrial. A continuación, se explican su historia y los servicios que presta en la actualidad.

Un laboratorio español oficialmente reconocido

Entre las acreditaciones que avalan al LCOE encontramos, a nivel nacional, el reconocimiento de organismos como MINCOTUR (mencionado anteriormente), ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) y CEM (Centro Español de Metrología). Mientras que, en el ámbito internacional, destacan los reconocimientos de CENELEC. Esta última es una de las cinco organizaciones europeas que velan por el desarrollo de estándares internacionales (parámetros, medidas…) que aseguran la calidad de las infraestructuras englobadas (en este caso) en el área de la ingeniería eléctrica.

¿De verdad es tan importante la homologación vehicular?

Definitivamente, sí. Actualmente, para que una persona pueda vender vehículos, ya sea completamente o por piezas, necesita aportar ciertas certificaciones que acrediten que el vehículo o las piezas mencionadas cumplen los requisitos legales que, entre otros aspectos, determinan la seguridad y buen estado de aquello que se espera comercializar. Aquí entra en juego la labor del LCOE, que permite homologar vehículo y componentes. Estas homologaciones pueden ser completas o parciales. Incluso los cascos de motos han de cumplir con la homologación ECE 22-06; una medida que entró en vigor hace dos años, y que afecta a cascos fabricados y comercializados en Europa.

Dos servicios que LCOE ofrece a sus clientes

El LCOE, que está integrado en la Fundación para el Fomento de la Innovación Industrial desde 1994, presta todos los servicios que hacen posible que los vehículos y partes de vehículos fabricados y comercializados en España y en la Unión Europa puedan circular legalmente por unos y otros países. Esto mismo se aplica a la maquinaria agrícola, en cuyo caso -para vehículos agrícolas- se debe seguir lo establecido en el RD 2822/1998.

Homologación de coches

Dentro de la categoría de coches, el Laboratorio Central Oficial de Electrotecnia incluye la homologación de coches americanos, que pueden no ajustarse a la normativa que impera en la Unión Europa cuando son importados. También se encarga de elaborar informes de conformidad para reformas, es decir, verifica que las modificaciones que hayan podido efectuarse sobre un vehículo en un país extranjero no incumplen la normativa europea. Por otro lado, da el visto bueno para que el coche obtenga su contraseña de homologación: un código alfanumérico que indica que el fabricante ejerce su profesión de manera autorizada, y que -en caso de vehículos importados- es necesaria para acreditar que el automóvil sí se ajusta a las normas españolas y europeas, así como a los estándares de emisiones estipulados por ley. Aparte de coches, como se ha indicado en otras partes del artículo, el LCOE también homologa campers, camiones, vehículos agrícolas…, aunque para la mayoría de ciudadanos quizás la homologación de coches sea la más interesante.

Elaboración de ensayos e informes

El Laboratorio Central Oficial de Electrotecnia también se ocupa de realizar los ensayos necesarios en sus instalaciones físicas para una homologación parcial. Estos ensayos e informes se aplican a:

  • Turismos, camiones, autobuses y remolques.
  • Vehículos de dos y tres ruedas.
  • Cuadriciclos
  • Tractores y vehículos agrícolas arrastrados.

En cuanto a los informes H, estos permiten que los carroceros (los profesionales que se ocupan de la carrocería de los vehículos) puedan ejercer su ocupación profesional sin problemas. Con un documento de estas características, el carrocero puede realizar tanto la carrocería de los vehículos nuevos como las reformas de vehículos usados.