Endesa y Enagás son las grandes energéticas que más ‘tajada’ sacarán de la bajada de tipos del BCE

Aunque el Banco Central Europeo (BCE) quiere ponerle diez cerrojos a la inflación, es secreto a voces que los tipos de interés bajarán más pronto que tarde. Entre las ‘grandes’ de la energía española, hay una compañía que está esperando ese momento como agua de mayo: Endesa, que tiene casi una tercera parte de su deuda anclada a los vaivenes de la tasa variable. Enagás y Naturgy, en menor medida, también aguardan con impaciencia a que la institución presidida por Christine Lagarde afloje el cepo de la política monetaria.

Según datos citados por el diario Expansión, el coste de la deuda de Endesa se ha encarecido en 100 puntos porcentuales en los últimos 18 meses, pasando del 1,1% al 3,2%. El motivo es que al cierre del pasado ejercicio tenía un 29% de la misma ‘a la intemperie’ de los tipos variables; y gracias, porque a principios de 2023 ese porcentaje llegó a ascender al 58%.

EN EL ÚLTIMO AÑO Y MEDIO, ENDESA HA PASADO DE PAGAR POR SU DEUDA UN 1,1% A UN 3,2%

No está pasando por un buen momento la eléctrica dirigida por José Bogas, con unos resultados anuales menguados -cayeron un 23% respecto a las cuentas de 2022- y muchos agujeros provocados por el ‘impuestazo’ cortesía del Gobierno de coalición y la rígida estrategia antiinflación del BCE. Cuenta para salir del bache con el respaldo económico de su matriz -la italiana Enel- y la «normalización de las condiciones del mercado», en palabras de su CEO.

La deuda corporativa de Endesa -la que ha puesto en circulación a través de emisiones de bonos- tan solo alcanza unos ínfimos 12 millones de euros, según Bloomberg.

REDEIA E IBERDROLA, ‘ACORAZADAS’ FRENTE A LOS TIPOS ALTOS

Enagás y Naturgy, por su parte, tienen entre un 25 y un 20% de sus obligaciones a tasa variable, por lo que los tipos altos les han costado un incremento de 100 puntos básicos y 1,1 puntos más, respectivamente. La deuda corporativa en ambos casos es enormemente superior a la de Endesa, 3.073 millones de euros en el caso de Enagás y 8.609 ‘kilos’ en el de Naturgy.

Repsol padece un encarecimiento de 90 puntos básicos, sin que se conozca el margen del adeudo que mantiene a tasa inconstante. El montante de bonos corporativos que ha puesto en circulación asciende a 7.926 millones de euros.

REDEIA E IBERDROLA SON LAS ENERGÉTICAS QUE CUENTAN CON UN MEJOR ‘ESCUDO’ CONTRA LA POLÍTICA RESTRICTIVA DEL BCE, YA QUE SOLO TIENEN EXPUESTO AL TIPO VARIABLE UN 11% Y UN 14,4% DE SUS RESPECTIVAS DEUDAS

Y así llegamos a los dos gigantes del sector que más han apostado por lo seguro: Redeia e Iberdrola, por este orden. La antigua Red Eléctrica apenas ha sentido el impacto de la política del BCE, con un encarecimiento nimio de 70 puntos básicos. Cuando se produzcan las tres bajadas de tipos previstas para este 2024, sus balances tampoco se verán muy beneficiados, habida cuenta que tan solo el 11% de su endeudamiento es variable. Su deuda corporativa es de 4.390 ‘kilos’.

A Iberdrola tampoco le quita el sueño lo que decida el ‘guardián del euro’, puesto que apenas un 14,4% de su inmenso pasivo depende de la oscilación del interés. La masa de deuda corporativa colocada en bonos excede los 31.500 millones, en línea con su agresiva política de inversiones.

UN BCE INAMOVIBLE (DE MOMENTO)

Que este 2024 será el escenario de más de un descenso en los tipos de interés es cosa descontada, pero los más expuestos a la deuda variable tendrán que sostener sus balances hasta el verano. La semana pasada, el BCE confirmó que, por el momento, continuará con su inflexible política monetaria, manteniendo los tipos de interés, es decir, el precio del dinero, en un duro 4,5%.

Tras una reunión celebrada el pasado martes, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, alejó cualquier esperanza de una próxima relajación, afirmando que la institución ha ganado en confianza respecto a la tarea de contener los precios, «pero no la suficiente». Lagarde explicó que son necesarios más datos, señalando que, si bien en abril habrá un poco más de información al respecto, habrá «mucha más en junio». Por consiguiente, hasta bien entrado el verano no volverá siquiera a contemplarse la posibilidad de bajar los tipos.

José Sánchez Mendoza
José Sánchez Mendoza
Periodista especializado en economía y mercados energéticos. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y máster en Periodismo por El Mundo y la Universidad San Pablo CEU, he trabajado en medios como El Mundo y El Economista, entre otros.