La empresa de biotecnología I-Mab, ubicada en China, y la estadounidense AbbVie, han puesto fin a un acuerdo alcanzado en 2020 para desarrollar de forma conjunta y comercializar lemzoparlimab, principal candidato a fármaco oncológico de I-Mab, según informa ‘Reuters’. Esta decisión llega después de que en agosto de 2022 se suspendiera un estudio en fase inicial en el que se estaba probando este medicamento en combinación con otros dos fármacos para abordar dos tipos de cáncer de la sangre: el síndrome mielodisplásico (SMD) y la leucemia mielocítica aguda.
FÁRMACO ONCOLÓGICO I-MAB Y ABBVIE
La rescisión del acuerdo se hará efectiva el 20 de noviembre de este año y no afectará a los pagos iniciales y por hitos de 200 millones de dólares que la empresa ha recibido de AbbVie, según ha explicado I-Mab en un comunicado.
En septiembre de 2020, AbbVie adquirió los derechos de los candidatos a fármacos basados en anticuerpos de I-Mab, incluido el lemzoparlimab, fuera de China por 180 millones de dólares de pago inicial y 1.740 millones adicionales en pagos por hitos. De hecho, este acuerdo supuso una colaboración estratégica importante para la terapia inmuno-oncológica diferenciada entre I-Mab y AbbVie.
En septiembre de 2020, AbbVie adquirió los derechos de los candidatos a fármacos basados en anticuerpos de I-Mab.
En virtud de este acuerdo, I-Mab tuvo la oportunidad de conservar los derechos exclusivos para desarrollar y comercializar lemzoparlimab en China continental, Macao y Hong Kong. Este fue un paso crucial para la expansión y presencia de I-Mab en estas regiones. Sin embargo, con la rescisión del acuerdo, I-Mab puede ahora ejercer un control total sobre el desarrollo y la comercialización de lemzoparlimab a escala mundial.
La nueva situación supone un importante punto de inflexión para I-MAB, ya que ahora son los únicos responsables del futuro del lemzoparlimab. De hecho, se abren nuevas posibilidades para que la empresa explore y amplíe su alcance en el mercado mundial. De hecho, la farmacéutica asiática puede ahora trazar su propio rumbo y tomar decisiones independientes en relación con el desarrollo, la distribución y las estrategias comerciales del fármaco.
UN HITO PARA LA FARMACÉUTICA CHINA
En abril del presente año, la compañía presentó datos de un ensayo de fase 3, un estudio aleatorizado, controlado, abierto y multicéntrico para evaluar la eficacia y la seguridad de lemzoparlimab en combinación con AZA (fármaco inmunosupresor azatioprina) frente a la monoterapia con AZA como tratamiento de primera línea en sujetos con Síndrome Mielodisplásico (SMD) de alto riesgo. Se trata del primer ensayo de fase 3 aprobado para terapias anti-CD47 en China continental.
Para el presidente y consejero delegado en funciones en aquel momento de I-Mab, el doctor Andrew Zhu, el haber realizado este estudio representó todo un hito para la compañía, pues el SMD de alto riesgo es una patología con pocas opciones de tratamiento. «Este hito representa un paso importante para abordar las necesidades médicas no cubiertas de los pacientes con SMD y subraya nuestro compromiso con el desarrollo de terapias innovadoras que puedan marcar una diferencia significativa en sus vidas.»
«La esperanza de la compañía es que lemzoparlimab pueda convertirse en la primera terapia dirigida contra CD47 que se comercialice en China.»
De hecho, el portavoz aseguró que «la esperanza de la compañía es que lemzoparlimab pueda convertirse en la primera terapia dirigida contra CD47 que se comercialice en China, proporcionando una opción de tratamiento potencialmente nueva, más segura y eficaz para los pacientes que la necesitan.»
Igualmente la compañía farmacéutica asegura que seguirá explorando los resultados del estudio de fase 2 de lemzoparlimab en HR-MDS, además de todos los datos disponibles y futuros de otras terapias CD47 en investigación. Su intención es explorar futuras oportunidades de desarrollo con lemzoparlimab.
Actualmente, la compañía China posee más de 10 candidatos a fármacos en fase clínica . Además, I-Mab está presente en la actualidad en Shanghai, Pekín, Hangzhou, Lishui y Hong Kong en China, y en Maryland y San Diego en Estados Unidos.