Los bares son, sin duda, uno de los hogares históricos del futbol. El ver un partido acompañado de algún amigo o de algún desconocido con el que compartimos simpatías es parte del deporte, pero con los precios que tienen las principales operadoras que ofrecen la opción de ver el deporte rey en nuestra casa lo cierto es que el bar se ha convertido en un rescate ante la opción de gastar tanto mensualmente.
Ahora que empieza la Liga la mayoría de los bares entienden que es una oportunidad no solo para crear nuevos fieles, sino también para vender un par de cervezas más a los frecuentes. Si bien puede costar hasta 300 euros pagar por el servicio, aunque en este momento tanto Movistar como Dazn tienen descuentos de inicio de temporada en sus webs, mensualmente no es complicado recuperar el costo, en especial dados los siempre generosos márgenes del alcohol.
Al mismo tiempo no todos los bares usan el futbol para atraer clientes, algunos se conforman con no espantarlos. Es que en horario de partido, sobre todo en los de eliminación directa, no tener una tele con los 22 corriendo tras el balón además puede espantar a algún caminador hambriento que prefiera al vecino que sí tiene el partido.
Pero la realidad es que para muchos fanáticos, que ven uno o dos partidos por jornada, bien puede salir más rentable ir una vez a la semana al bar de la esquina que instalar el servicio particular en casa. Es una buena noticia para un sector hostelero que sigue viviendo en el rebote de la pandemia, pero que aún necesita empuje para mantener esos números sobre todo por la actual crisis inflacionaria empujada por la guerra de Ucrania.
Es también una prueba más de que ver futbol, en casa o en el estadio, se ha vuelto un auténtico lujo. El servicio de los deportes en casa puede llegar a costar por encima de los 60 euros, al juntarlo con los paquetes necesarios para poder acceder al servicio al mes. Ver el futbol en casa es un lujo mucho más costoso que ver un par de partidos de interés en la barra más cercana.
Es evidente que no todos los partidos funcionan igual, de hecho cualquier dueño de un bar español será feliz siempre que el Madrid y el Barça avancen en la Champions y en la copa del rey al ser los que más espectadores atraen. Pero también es verdad que todos los equipos tienen sus fieles y que incluso al último de la segunda división alguien lo va a ver y ese alguien quizás necesite una cerveza, en especial con la liga iniciando en agosto.
LOS BARES REGRESAN DE UN VERANO SIN FÚTBOL
El otro problema que ha visto la hostelería en su relación con el deporte rey es la sequía absoluta que representa el verano. A pesar de la buena actuación de la selección española en el mundial femenino este aún no atrae la misma cantidad de ojos que el masculino, y los partidos amistosos, que muchas veces tienen horarios pensados a conveniencia de los destinos a los que viajan los equipos, no son la opción más llamativa para los espectadores.
Sumado a un mundial celebrado en época decembrina, donde los bares deportivos pueden aprovechar naturalmente la necesidad de la gente de entrar a buscar algo de calor, es decir que no fue tan útil para ellos como hubiese sido un mundial celebrado en el verano, cuando los bares sin terrazas no suelen tener demasiada gente dentro.
LA LIGA Y EL FÚTBOL SIGUEN SIENDO UN BUEN NEGOCIO PARA QUIEN LO OFRECE
Según sus datos oficiales la liga los datos son más que positivos. La Comisión Delegada ha aprobado su balance de la última temporada de fútbol, en la que alcanzó una cifra de negocio de casi 2.000 millones de euros y en la que obtuvo 12,1 millones de euros de beneficios, un dato bastante positivo dado el reclamo constante por el aumento de precios de la empresa.
Más allá del número exacto, que recordemos no incluye otras competiciones, es una buena señal que el torneo siga siendo atractivo. Al mismo tiempo mientras los precios sigan siendo tan altos para muchos usuarios seguirá siendo más rentable acercarse al bar a verlo con los colegas que pagar para poder verlo en casa.
