La crisis de Niger ha tenido efectos inesperados sobre varias empresas del mundo. Evidentemente, el tema energético es el más llamativo para Europa por la presencia de uranio en el país africano, pero poco a poco ha ido generando tensiones sociales, económicas y políticas diversas en los últimos días con Air France y British Airways sufriendo directamente los embates de esta nueva crisis.
Las dos aerolíneas europeas han cancelado y desviado algunas de sus rutas a África después de que Níger tomara la decisión de restringir su espacio aéreo el pasado domingo. En el caso de la aerolínea británica, esta ha tenido que desviar al menos cinco de sus vuelos hacia Londres, según informa Bloomberg. Los vuelos afectados cubrían las rutas hacia Nairobi (Kenia), Ciudad del Cabo y Johannesburgo (Sudáfrica).
Por su parte, Air France ha confirmado que la aerolínea ha suspendido todos los vuelos hacia Níger por el momento, además de las rutas a Burkina Faso y Malí hasta el 11 de agosto. Además, ha informado de que algunas rutas verán incrementado el tiempo de vuelo. Según Flightradar24, los tiempos de vuelo hacia el sur de África podrían incrementarse hasta en una hora. KLM y Lufthansa también han sufrido retrasos e incidencias en sus vuelos a África.
El pasado domingo, la junta militar de Níger anunció el cierre del espacio aéreo nacional tras asegurar que las fuerzas de dos países de la región no identificados han entrado en una situación de «predespliegue» que los golpistas interpretan como un prolegómeno a una intervención militar. Los militares nigerinos han avisado ante cualquier tipo de incursión en el país y este mismo domingo han asegurado que «no retrocederán» en sus intenciones.
Asimismo, Sudán mantiene cerrado su espacio aéreo hasta el 15 de agosto, excepto para vuelos humanitarios y de evacuación, debido a los combates que se iniciaron el 15 de abril entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), declaradas en rebeldía por el Ejército desde el inicio del conflicto.
Esto es un golpe complicado de encajar para las aerolíneas en un momento en que estas rutas menos frecuentes, como las de África o Asia, pueden ser especialmente valiosas. Es que representan un espacio donde no tienen que competir de frente con nuevas formas de transporte, especialmente en Europa donde se ha hecho lo posible para que los viajes de larga distancia se muden a las vías de tren.
De momento Asia y América, por tanto, tendrán que ser prioridades. En el caso de las aerolíneas españolas ya se ha demostrado el interés en reforzar estos espacios, que tras la pandemia, y sobre todo en las vacaciones largas, pueden ser destinos atractivos para los viajeros europeos interesados en conocer países más allá del viejo continente.
LAS AEROLÍNEAS SIGUEN BUSCANDO OPCIONES INTERNACIONALES
La perdida de parte de los viajes africanos usualmente no sería un motivo de encender las alarmas. Pero la transformación energética les obliga a buscar opciones bastante llamativas para recuperar el espacio que tendrán que terminar cediendo espacio a otras opciones de transporte consideradas más limpias, por lo que estas distancias largas pueden servir como una defensa clave de un medio de transporte que sigue necesitando presentarse como imprescindible.
Pero también es cierto que en el caso de África hay un drama importante en el cierre de los vuelos a algunas zonas. Es que la realidad del continente, que ha recibido millones de migrantes y refugiados de estos países en crisis permanente presenta un verdadero drama para los que se vean en necesidad de volver a su tierra en algún momento para ver a la familia o bien terminar de resolver alguna dificultad sobre papeleo para terminar de instalarse en España.
LA CRISIS EN ÁFRICA POR NIGER SIGUE DANDO COLETAZOS EN OCCIDENTE
Por supuesto que la crisis causada por el golpe de estado es mucho más grave que algunos vuelos cancelados. Apartando los riesgos a la vida de ciudadanos del país, y de los países cercanos, el efecto que puede tener en temas como la energía, o lo que pueda alargar la crisis causada por la guerra en Ucrania al reforzar las posiciones internacionales de Rusia. Por tanto, los problemas de las aerolíneas, aunque importantes, no son los más importantes de la nueva crisis.
