Los otros servicios de OceanGate, la empresa de la crisis del Titanic

No todos los días se pierden personas buscando el Titanic, pero ciertamente a OceanGate al menos una vez les podía pasar. La empresa está dedicada al turismo y la investigación en las profundidades del océano, con lo primero sirviendo como una forma de financiar lo segundo. Es una estrategia interesante, y que los ha llevado a cientos de viajes al suelo marítimo, aunque por supuesto el que ha salido mal es el que está en los titulares de los medios. 

Específicamente el submarino que se perdió revisando el mítico naufragio es un modelo Titan. Un submarino diseñado para viajes comerciales y que cuenta con espacio para cuatro pasajeros además del piloto. El vehículo cuenta con aire para la tripulación completa por 4 días. Esto deja a la misión de rescate a trabajar con el tiempo en contra, y a la empresa viendo como pasan las horas y empeora quizás su mayor crisis reputacional.

Fundada en 2009 por Stockton Rush, un empresario con fama de aventurero que también ha invertido en la aeronáutica e incluso en la exploración aeroespacial. Es, en resumidas cuentas, el tipo de empresario que puede considerar interesante una empresa dedicada a explorar los profundo del océano, y a diseñar la tecnología usada para este tipo de viajes y que puede ser clave no solo para el turismo y la exploración, sino para proyectos de limpieza del suelo marítimo, y para diseñar las normativas necesarias para viajes a futuro. 

Al mismo tiempo también se prestan para la grabación subacuática. Desde videos musicales hasta documentales la empresa ha trabajado con artistas musicales y cineastas para captar la profundidad del océano, y la grabación de animales marítimos en su hábitat natural.

VIAJES DE EXPLORACIÓN Y ESTUDIOS DE FONDO MARITIMO

Dadas las noticias y el tono en que han salido en los últimos días es bueno marcar que OceanGate hace mucho más que enviar expediciones turísticas a ver el Titanic. De hecho aunque evidentemente presumen de este tipo de expediciones sus esfuerzos incluyen el estudio de criaturas marítimas y pruebas en el fondo marítimo. 

En cualquier caso sus viajes requieren entrenamiento previo, pruebas del material a presiones similares a las del océano y pruebas de tecnologías como sonares y renderizadores de fondos marítimos en tres dimensiones.

UN COMPLICADO PLAN DE RESCATE

Por supuesto que más allá de OceanGate el plan de rescate está siendo manejado por órganos de rescate norteamericano. De hecho quien ha dado más declaraciones explicando la situación ha sido el contralmirante John Mauger, portavoz de la Guardia Costera. Según el parte de lo complicado del proceso de búsqueda es que ni siquiera están seguros de que el sumergible siga bajo el agua, pues la falla de las comunicaciones hace que sea posible que esté flotando en la superficie. 

De todos modos para la empresa, que probablemente sea más conocida de momento precisamente por esta crisis en el Titanic que por cualquiera de sus logros anteriores, es una situación complicada. Aunque existe aquella frase de que no hay tal cosa como la mala publicidad que se te dé a conocer por un fallo, quizás letal, de tu principal producto en venta no puede ser una realidad fácil para su equipo de comunicación. 

Tocará ver como manejan de cara al público la situación. De momento se han limitado a un mensaje en sus redes donde agradecen a los gobiernos que los apoyan, y a las instituciones encargadas de exploración marítima que han puesto de su parte y han asegurado que su prioridad es el salvamento de los miembros de la tripulación.

OCEANGATE Y EL TITANIC

Como se ha mencionado antes la empresa va de forma relativamente seguida al famoso naufragio. Desde que el Titanic volvió a ser una pieza clave en la cultura pop en los 90, gracias a la película de James Cameron los viajes y documentales sobre el naufragio son relativamente comunes. 

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En el caso de OceanGate la empresa empezó a sumergirse cerca del mítico crucero hace dos años. Pero la tecnología que usan para esta excursión viene de varios proyectos anteriores de compañía de Rush. El naufragio del Andrea Doria era uno de sus viajes más repetidos, pues está en una profundidad menor a la de su más famoso primo. Pero también tiene mucho en común con las cápsulas que usaban en paseos pensados para ver tiburones y otras criaturas que de lo contrario podían ser peligrosas. 

Pero su viaje más solicitado, que apunta a un público específicamente científico ocurre en los ríos del estado de Washington.  El mismo permite ver varias especies de animales en peligro de extinción, específicamente tiburones de agua dulce, medusas y anémonas marinas que han evolucionado de forma peculiar al encontrarse en zonas donde se mezclan el agua dulce y el agua salada.