Kazajistán, una gran apuesta por el multilateralismo y el corredor ferroviario

Kazajistán ha fijado las nuevas bases de su papel en el mundo para poder liderar las relaciones económicas en Asia Central y conseguir su ansiada unión económica. El país liderado por Kassim-Jomart Tokayev se ha fijado en el crecimiento, el desarrollo, la cooperación y el diálogo como los principales principios para asentar un plan que ha comenzado apenas hace medio año y que involucrará a las principales potencias de la zona y parte de América Latina y Suráfrica.

En el marco del primer Foro Internacional de Astaná, Tokáyev apuesta por crear un nueva plataforma de diálogo para relanzar económicamente la zona y poder entrar en el club de los elegidos para mover el mundo. Kazajistán no aspira ni mucho menos a superar a China, pero sí trata de desempeñar un papel difícil, como es aunar los esfuerzos económicos de la UE y de Asia para unir fuerzas y crear así una autopista férrea desde China al Mar Caspio.

UNIR CHINA CON LA UE, EL PROYECTO DESCOMUNAL DE TOKÁYEV

El faraonico proyecto permitiría a Kazajistán ser el socio estratégico para cualquier país europeo que busque importar o exportar mercancías desde y a Asia, respectivamente. Por el momento, esta plataforma es un petición, pero Tokáyev insiste en ella como parte de su motor económico para poder desarrollar la economía del país.

En su discurso, el presidente kazajo ha defendido la necesidad de debatir la situación en el mundo, repensar el nuevo orden mundial, identificando los retos y crisis a los que se enfrenta el mundo en este momento y en el futuro. Todo ello a través del diálogo constructivo y cooperación. Una forma que elimina la actual polarización mundial entre Occidente y Oriente, buscando el acuerdo económico en primer y último término, sin entrar en las disputas políticas.

A su juicio, uno de las claves pasa por renovar y restaurar la cultura general del multiculturalismo, con acuerdos entre los distintos países. Desde EE UU a Japón, pasando por China y Rusia, una difícil pero posible sintonía que llevaría al país más grande de Asia Central a jugar su función más importante, la de árbitro en toda la zona, buscando un diálogo y todo bajo la premisa de guardar la ley y el orden, tal y como ha destacado en su discurso.

Todo ello se podría conseguir con voces autorizadas para alcanzar la paz, permitir el progreso y la solidaridad, una fórmula que permitiría abrir aún más el mundo, evitando una mayor fragmentación y con la solidaridad como ariete de batalla. Son palabras de una recién instaurada democracia tras años al cobijo de Rusia.

KAZAJISTÁN, BAJO LOS PRINCIPIOS DE LA ONU PARA ALCANZAR SUS METAS

Estas relaciones multilaterales se darían en cada uno de los países que traten con Kazajistán, con los mismos valores y principios marcados por la ONU. «No es sólo la fórmula más eficaz, sino el único camino posible para alcanzarlo», ha señalado.

Todas estos puntos son los principios que harán crecer el árbol de las relaciones internacionales a raíz del primer Foro Internacional de Astaná. Los distintos trabajos realizados durante la jornada inaugural se han centrado en discusiones para avanzar hacia la cooperación, progreso y desarrollo, así como tratar de dar solución a los desafíos actuales.

la ONU sigue siendo la única organización global universal que une a toda la humanidad

Para el presidente kazajo, «la ONU sigue siendo la única organización global universal que une a toda la humanidad». Al mismo tiempo, ha emplazado a realizar una reforma integral del Consejo de Seguridad de la ONU. Y es que, este multilateralismo no sería posible sin reformar los pilares instaurados hasta ahora, que tan sólo han conseguido una polarización extrema, con buenas dosis de desconfianza entre países e instituciones, unos vínculos que funcionaron en el pasado, pero no logran desatascar la situación actual.

Tokáyev junto a Al Thani en la recepción oficial en Kazajistán
Tokáyev junto a Al Thani en la recepción oficial en Kazajistán

A juicio de Tokáyev, las grandes potencias mundiales deben dar y contar con la voz de las economías medianas que tienen vocación de ocupar puestos de relevancia a la hora de discutir propuestas. Se trata de un negociar con diplomacia, un papel impensable en el Viejo Continente, donde no hay negociación posible cuando se impone la ley y normativa de Bruselas, un ordeno y mando sin orden ni concierto. Kazajistán, por su parte, aboga por la ley y el orden, pero con el apoyo e integración interna, así como el reconocimiento externo.

TOKÁYEV PIDE CAMBIOS EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU es el espacio en el que se ha fijado en primer lugar Kazajistán para poder tener un altavoz potente y que ésta sea escuchada. El país no es ajeno a los peligros y riesgos, pero se ha comprometido a colaborar y alinearse unos con otros, como muestra este Foro Internacional de Astaná. En este sentido, ha considerado que hay que aumentar la asistencia integral a los afganos por parte de la ONU.

En esta primera sesión del Foro Internacional de Astaná han estado presentes el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Than; el presidente de la República Kirguistán, Sadyr Japarov; la presidente de Bosnia y Herzegovina Željka Cvijanović; el primer ministro de Uzbekistán, Abdulla Aripov; la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; y la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.

A nivel económico, Kazajistán es el corazón de Asia Central, el motor de la región y la gran esperanza para moldear un nuevo sistema donde las voces hasta ahora ignoradas puedan ser de nuevo escuchadas y tenidas muy en cuenta. Este corazón de Asia Central no busca atención, sino que ofrece un liderazgo y ganas de trabajar por realizar un mundo mejor, eso sí, con cambios de calado.

LA GRAN RUTA DE LA ESTEPA DE KAZAJISTÁN

En este Foro Internacional se han unido voces de 72 países, de culturas y tradiciones muy diversas y diferentes, pero con un objetivo común a pesar de las turbulencias, como la elevada inflación que asola a uno y otro lado del Caspio. Con este motor a pleno rendimiento, el resto de la zona funciona como un reloj suizo, con un poder de atracción de la inversión directa extranjera sin parangón, con nuevas sedes y ciudades más que preparadas para albergar a millones de personas. Todo está por construir en Astaná, a pesar de la gran actividad inmobiliaria, como ocurre con numerosas ciudades de la nación nacida en la estepa.

Para hacerse una idea del potencial del país, Kazajistán disparó las exportaciones en un 40% durante el pasado año, mientras que el PIB muestra una dependencia importante de la energía, especialmente del gas y del petróleo. No obstante, no deja de ser una nación que se enorgullece de tener todos los elementos naturales de la tabla periódica bajo el subsuelo.

El país busca ahora realizar el gran Corredor Medio, una ruta internacional transcaspiana, uniendo directamente China con la Unión Europea, una nueva ruta para el comercio en la región y también abre la puerta de par en par al transporte de mercancía.