viernes, 13 diciembre 2024

Cox Energy sólo tiene un último escollo en Abengoa: los submarinos S-80

Cox Energy aún tiene un último escollo para hacerse íntegramente con el concurso de acreedores de Abengoa. Dentro de esta adjudicación de la treintena de sociedades se encuentra Abengoa Innovación, que obtuvo en junio de 2020 el contrato del Ministerio de Defensa para el sistema de propulsión independiente anaerobia, denominado AIP. Para el juez Jesús Ginés Gabaldón, la transmisión de esta empresa queda sometida como «condición suspensiva» a la concesión de la autorización del propio brazo del Gobierno dirigido por Margarita Robles.

La filial de Abengoa pujó por este contrato con Técnicas Reunidas justo antes de abrirse el concurso de acreedores. Esta transmisión no afectaba al contrato, tal y como ha reseñado el juez en su auto, al no estar firmado con la matriz, sino con Innovación. el concurso de acreedores en el que se encuentra Abengoa no afecta al contrato para el desarrollo del reformador de bioetanol del sistema AIP, ya que, señala, «no está firmado con la empresa matriz Abengoa, sino con la filial Abengoa Innovación (AI)».

El objetivo se fijó en la construcción de cuatro submarinos diésel-eléctricos con sistema de propulsión AIP y con la capacidad de disparar misiles a suelo firme. También se añadió la construcción de dos simuladores, así como dos simuladores. «Defensa es el cliente final», ha señalado el juez. De esta forma, Cox Energy tendría que esperar aún a la decisión del Gobierno para salvar este obstáculo, mientras tiene hasta inicios de la próxima semana para firmar todo ante notario.

ABENGOA INNOVACIÓN CENTRA AHORA EL FOCO EN EL CONCURSO

En caso de no obtener el visto bueno del Gobierno, Abengoa Innovación quedaría fuera del perímetro del concurso de acreedoras y por tanto excluida. En este último caso, Navantia podría incluso rescindir el contrato y volver a sacar el concurso público para adjudicar unos propulsores que ya están funcionando, más cuando en los últimos días ha comenzado la navegación de los S-80.

podría haber una segunda vuelta en el partido de Abengoa

Asimismo, Cox Energy podría renunciar al concurso en caso de comprobar que la pérdida de estos contratos supone un menor valor de la compañía. «Todo está por ahora en el aire», sostienen fuentes consultadas por MERCA2. En este sentido, «podría haber una segunda vuelta en el partido», afirman. Y es que, los perdedores del concurso podrían mostrar nuevas credenciales y renegociar sus ofertas con la banca. En el caso de no llegar a un acuerdo, la liquidación sería la opción que cobraría mayor fuerza y esto supondría la pérdida de los 9.505 empleos de la compañía sevillana.

Enrique Riquelme, presidente de Cox Energy, sale al rescate de Abengoa
Enrique Riquelme, presidente de Cox Energy, sale al rescate de Abengoa

Según explicó Abengoa, este sistema permite la recarga de baterías durante la inmersión de tal forma que los sumergibles podrán operar hasta tres semanas sin salir a superficie, mejorando notablemente l
tiempo de operación en inmersión. Este acuerdo representó un nuevo mercado para la sevillana, más cuando se busca el objetivo de reducir las emisiones con combustibles renovables, como el hidrógeno y las pilas de combustible. Este contrato es crucial para Navantia, que aspira al programa armamentístico de la India, un montante de más de 5.500 millones de euros.

COX ENERGY O NAVANTIA DECIDEN SOBRE ABENGOA

Abengoa se encarga del diseño, fabricación y validación de los principales sistemas de propulsión de los modelos S-80 y S-81 con el fin de garantizar su correcto funcionamiento. La filial sevillana se comprometió con este encargo superando las «enormes exigencias» del programa de Navantia.

De esta forma, el presidente de Cox Energy tendrá que valorar la capacidad de Abengoa en este contrato y nuevo mercado, así como que Navantia hará lo propio. Todo ello, tras un concurso de acreedores que ha mantenido en vilo a estos miles de empleados durante dos años y donde se ha agrupado toda la unidad productiva en una única firma.

Abengoa inició el concurso tras la negativa de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a otorgar 249 millones de euros ante la falta de viabilidad de la compañía, una propuesta realizada por el fondo Terramar, que ha acudido a esta operación con Miguel Zorita. El plan pasaba por inyectar 200 millones a cambio del 70% toda la empresa, pero sólo si se firmaba la ayuda.

COX ENERGY, LA ÚNICA PROPUESTA INDUSTRIAL Y ESPAÑOLA

Riquelme y su Cox Energy se impusieron en la dura lucha con una oferta que el juez titular del Juzgado Mercantil 3 de Sevilla ha desgranado en el auto. El negocio de Cox Energy es complementario al de Abengoa, sin solapamientos, no necesita avales para iniciar desde este mismo miércoles las operaciones y proyectos, más cuando tiene firmado un acuerdo con TSK valorado en 4.000 millones de euros, tal y como informó en exclusiva este medio.

No ha sido un camino fácil, más cuando el propio Gobierno apoyó la oferta de Urbas; mientras Terramar contaba con el respaldo de la banca acreedora. Ninguna de las dos propuestas se centraba en el negocio industrial, donde Cox Energy mostró no sólo fortaleza, sino también la solvencia y no únicamente de palabra. Riquelme abonó nóminas, adelantó 5,5 millones del pago y presentó 20 millones de euros comprometidos con una ampliación de capital.


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