Los pueblos de España con mayor riesgo de sufrir un terremoto

En el mundo existen numerosos territorios, pueblos y ciudades con una actividad de terremotos superior a la media, y en la que España no escapa de ellas. De hecho, son varios los puntos los que viven en riesgo de desaparecer del mapa si tiene lugar un fuerte terremoto. Las costas españolas del levante, por ejemplo, tienen un dibujo geográfico que apunta directamente a ello, pero hay más.

En España se producen «miles de millones terremotos al año» pero son pocos los que se dejan sentir. Se trata de una actividad natural y es bueno que se produzcan pequeños seísmos para evitar que se acumule la «energía y desemboque en un terremoto mayor». De todos modos, esto no exime porque, en algún momento, estas pequeñas actividades sísmicas puedan producir terremotos de mayor nivel en algunas zonas de España. Lo descubrimos desde MERCA2.

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El pueblo de la Balerma, en Almería, es uno de los más peligrosos

Almería Balerma

La probabilidad es un término clave en sismología. Es un concepto más que aceptado eso de que «donde la tierra tembló, temblará», así que una de las vías de estudio de este sector consiste en analizar los seísmos pasados para prever los futuros. No es cuestión de ser agoreros, pero se ha de tener claro que igual que Almería estuvo expuesta a terremotos que arruinaron sus ciudades y pueblos, estos volverán a repetirse en el futuro

Por tanto, las ciudades más peligrosas serían Almería, Granada, Málaga o Murcia, las que se sitúan más cerca del borde de la Placa Euroasíatica y donde, según el IGN, «históricamente ha habido terremotos que han sido muy destructivos. De hecho, en el caso de la almeriense, tenemos a la Balerma, ubicada en El Ejido, y que es un pueblo bastante peligroso en cuanto a terremotos se trata de España.

Jorge Majdalani
Jorge Majdalani
Periodista, redactor de Estilo de vida en MERCA2 dedicado a toda su actualidad. Especializado en el deporte motor y su frente automovilístico, llevo más de 10 años de entrega en el mundo de la redacción de contenidos. Curioso aprendiz y contador de historias.