La energía eólica marina trata de despegar en España. El Gobierno ha aprobado el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) esta misma semana, con cinco demarcaciones marítimas para desplegar un total de 5000 kilómetros cuadrados en la zona costera española y a un mínimo de 2 kilómetros de la costa. La decisión obtuvo un respaldo unánime de las patronales y empresas interesadas en estos planes.
«Es un comienzo tras años de trámites y paralización», han señalado fuentes del sector a MERCA2. Esta nueva norma permite el desarrollo de los parques eólicos flotantes, sin anclaje de la estructura en el mar de forma permanente. Se trata de plataformas que pueden remolcarse a tierra para mantenimiento y reparaciones, así como poder instalarse en otras zonas. Un pistoletazo de salida muy esperado y necesario para convertir a España en uno de los referentes mundiales en este tipo de energía renovable.
En caso de demostrarse que estos aerogeneradores tienen un impacto de primer orden sobre los ecosistemas marinos se recurrirá a Europa
No obstante, espera que las compañías conozcan a la perfección la zona para instalar estos aerogeneradores y poder movilizar lo antes posible las inversiones. La hoja de ruta establece un horizonte a 2030 para alcanzar los objetivos fijados por el Ministerio de la Transición Energética, dirigido por Teresa Ribera.
LA EÓLICA ESPERA CON IMPACIENCIA A LAS SUBASTAS
Esta energía está ampliamente presente en las costas de países de fuera de la UE, con Dinamarca y Reino Unido a la cabeza. En el sur de Europa, Francia está tratando de desplegar también en su territorio este tipo de energía y cuantos más impedimentos ponga España, más inversión irá destinada al país galo.
No obstante, tras dar luz verde al POEM, los siguientes pasos apuntan a la tramitación, subastas y convocatorias, una burocracia que debiera agilizarse para desbloquear la inversión. Además, Ribera no ha impuesto un calendario específico, un hecho que ha despertado algunas dudas en el sector, aunque el objetivo se sitúa en el desarrollo de estos proyectos en el próximo lustro, sin que afecte a otras actividades y labores del mar, como la pesca, el turismo o los ecosistemas. En concreto, ha identificado los usos en la zona del Ferrol (Galicia), Suratlántica, Estrecho y Mar de Alborán, la zona de L’Empordà y Canarias.
Con esta energía renovable, el Gobierno espera aprovechar el espacio marítimo para crear sinergias y potenciar el uso del mar. Sin embargo, en Cataluña, así como en Galicia, se ha provocado la reacción contraria. Pescadores, ecologistas, empresas turísticas y la propia Generalitat se han opuesto a este desarrollo debido al impacto medioambiental, así como los estragos producidos en zonas de pesca. Desde el Ejecutivo aseguran que no hay daños medioambientales en esta zona, pero la Generalitat no ha aceptado el relato y amenaza con plantear una batalla judicial en Bruselas.
LA GENERALITAT AMENAZA CON LLEVAR A EUROPA A LA EÓLICA MARINA
El Gobierno catalán, dirigido por Pere Aragonés, ha advertido a Ribera de llevar el POEM ante el Tribunal General de la UE (TGUE) en caso de un impacto negativo en los ecosistemas marinos en esta zona de gran valor ecológico. La Generalitat ha obtenido el respaldo de los municipios cercanos a Roses para tratar de paralizar estos proyectos, así como calmar los ánimos con los pescadores.
La Generalitat, además, ha recortado prácticamente a la mitad el proyecto en el Golfo de Roses, al señalar que habrá como mucho tres aerogeneradores, cuando uno de los planes que optan a este espacio apuntaba a un mínimo de cinco, con la posibilidad de incrementarlos. Lejos de ser un proyecto con vocación de permanencia, el Govern se refiere a un plan «experimental» y recabará los datos sobre el impacto que tendrá en el mar y en las empresas turísticas de la zona. A juicio de Teresa Jordà, consejera de Acción Climática, se trata de un «ensayo» para obtener información sobre este impacto.
En caso de demostrarse que estos aerogeneradores tienen un impacto de «primer orden sobre los ecosistemas marinos» se recurrirá a Europa. Asimismo, pese a que el POEM es una normativa del Gobierno, la Generalitat se ha arrogado un papel determinante en las subastas. Hasta ahora, hay seis proyectos esperando esta adjudicación, mientras Francia pisa el acelerador. Por ahora, el Gobierno autonómico ha logrado rebajar de 1.000 a 200 kilómetros cuadrados el espacio para implementar esta tecnología en el mar.
LA GENERALITAT SE ALÍA CON EMPRESAS Y ECOLOGISTAS CONTRA LA EÓLICA
Tanto ecologistas como empresarios han unido sus fuerzas para tratar de bloquear este proyecto en una de las zonas con más viento de Cataluña, especialmente cuando sopla de Tramuntana. Desde 2021 se han creado diferentes plataformas en los municipios colindantes a Cadaqués, desde cuya orilla se verán estos aerogeneradores, un hecho que ha soliviantado a las empresas turísticas, especialmente las dedicadas al buceo y paseos marítimos.
Esta unión se ha forjado en la plataforma Stop Macro Parque Eólico, que ha aglutinado a empresarios de la hostelería, náutica y ecologistas, así como cofradías de pescadores, que verán reducida su área de pesca en un momento en el que Bruselas ha recortado las cuotas.