El encanto de la isla de Formentera es legendario: playas caribeñas, mar azul y copas al atardecer son sólo algunas de las características de esta isla mágica. Elegida cada año por miles de turistas de toda Europa, este pedacito de tierra se distingue por su legendario pasado hippy que aún perdura en el aire.
Tierra de soñadores y jóvenes despreocupados en busca de un estilo de vida sencillo, la isla fue en los años sesenta el auténtico cuartel general de los flower children. Aún hoy es posible dejarse arrastrar por aquellas ideologías libertinas gracias a la autenticidad de esta isla: poco ha cambiado desde aquella época, ya que la población local ha sabido mantener intacto el “genius loci” de esta maravillosa tierra.
Una vez que aterrice en Formentera, le envolverán sus aromas y una irreprimible sensación de despreocupación le acompañará durante todas sus vacaciones.
Para disfrutar al máximo de la pequeña isla, hemos elaborado una guía con 5 experiencias imprescindibles en Formentera. Le recomendamos alquilar un coche en Formentera para poder visitar todos los rincones de la isla.
1 – Una mañana en Caló des Mort seguida de un almuerzo en el quiosco Bartolo
Despiértese temprano porque Caló des Mort es una pequeña cala situada al final de la costa de Migjorn. Dado su pequeño tamaño, tiende a llenarse rápidamente, así que si quiere disfrutar de su belleza y zambullirse en sus aguas cristalinas, más vale que llegue pronto.
Para llegar, hay que aparcar el coche en el parking del hotel Maryland y luego seguir la ruta sobre el acantilado. Es un camino trillado, por lo que no tendrá problemas para encontrarlo.
Durante este recorrido, que dura unos 10 minutos, sacará algunas de las fotos más bonitas de sus vacaciones. El panorama que admirará durante este corto paseo le deslumbrará por su rara belleza. Se sentirá como si estuviera dentro de una piscina natural.
Después de pasar la mañana en Calò des Mort, le proponemos ir a comer a Bartolo, quiosco histórico de la isla, caracterizado por su sencillez: es un pequeño chiringuito de madera en tonos azules. Bartolo es una institución en la isla de Formentera y sus orígenes se remontan a la noche de los tiempos.
Lamentablemente, no se pueden hacer reservas y lo más probable es que tenga que hacer cola para comer. Pero no desespere: la espera será ampliamente recompensada por este lugar que es mucho más que un bar. Pida su hamburguesa y disfrute de una de las vistas más hermosas de toda la isla.
2 – Visitar los faros
¿Quién dijo que Formentera es solo diversión y frivolidad? Hay dos lugares muy sugerentes que, gracias a su magnetismo y energía, le llevarán a un viaje introspectivo que nunca habría imaginado. Hablamos de los faros de Formentera, o mejor dicho, de los dos guardianes silenciosos de este trocito de tierra.
Gigantes imperturbables se yerguen orgullosos en altos acantilados. El primero se encuentra en el lado suroeste de la isla y es el faro de Cap de Barbaria. No es posible llegar directamente en vehículo propio, ya que hay una barrera a unos 2 km de distancia. Será necesario dar un agradable paseo para llegar a él.
A lo largo del camino, se puede observar cómo la vegetación se vuelve gradualmente más escasa hasta convertirse en un paisaje casi lunar. Se mezclarán los sentimientos que le embargarán en ese lugar tan lleno de patetismo: melancolía y libertad, nostalgia y ganas de subvertir toda su vida. Tómese su tiempo y saboree todas las emociones.
El otro faro, igualmente impresionante, está situado en los acantilados más altos de Formentera. Es el faro de La Mola. Majestuoso e imponente, está situado en una zona de especial interés natural.
Si no sufre de vértigo, asómese a los escarpados acantilados. Déjese llevar por el viento, que aquí sopla indomable, y disfrute del espectáculo que la madre naturaleza ha regalado a esta tierra.
3 – El mercadillo hippy de La Mola
Es, con diferencia, la feria más pintoresca de la isla. Tiene lugar los miércoles y domingos, durante la temporada alta, desde el atardecer hasta bien entrada la noche. El mercado de artesanía de La Mola es mucho más que un lugar para ir de compras: es un auténtico acontecimiento hippie.
Se extiende sobre una plaza a la entrada del pueblo, pero lo que llama la atención, una vez que se llega, son los pequeños conciertos que tienen lugar en la zona próxima a la entrada. Artistas de diversa índole actúan en un espacio en cuyo suelo se representa una paloma, símbolo de paz y libertad, mediante la técnica del mosaico.
El ambiente es típico de los años 60, cuando los hippies organizaban estos mercadillos para vender su artesanía. Después de ver a algunos jóvenes cantantes, piérdase por los coloridos puestos. Estamos seguros de que quedará satisfecho.
4 – Aperitivo en el Piratabus
La isla siempre ha sido famosa por sus aperitivos mientras se espera la puesta de sol. En la playa hay muchos bares donde beber y reunirse con los amigos, pero hay uno sobre todo que goza de fama internacional. Estamos hablando del Piratabus.
Este chiringuito, situado en la hermosa playa de Migjorn, fue en su día un autobús. A pesar de los cambios estructurales, el Piratabus actual ha conseguido conservar el encanto hippy que siempre lo ha distinguido. Baste decir que King Crinsom y Pink Floyd frecuentaron este lugar durante sus vacaciones en Formentera.
Hoy en día, encontrarse en el acantilado que lo alberga es casi obligatorio para todo turista que visita la isla. Los mojitos preparados incansablemente por los hábiles barman son su especialidad. Otro detalle que hace que este lugar esté tan lleno de encanto es la música.
Se pensate di scatenarvi e sgranchirvi le gambe siete però sulla strada sbagliata. Nel momento esatto in cui il sole inizierà a salutare il giorno dagli altoparlanti situati vicino al chiosco partiranno le note di “Con te partirò” di Andrea Bocelli. Ammirare il tramonto infuocato avvolti da quella soave melodia rappresenterà una delle più belle esperienze di tutta la vostra vacanza.
Sin embargo, si cree que va a desmelenarse y estirar las piernas, va por mal camino. En el momento exacto en que el sol empiece a ponerse, sonará “Con te partirò” de Andrea Bocelli por los altavoces cercanos al quiosco. Admirar la fulgurante puesta de sol envuelto en esa suave melodía será una de las experiencias más hermosas de todas sus vacaciones.
5 – Un día en Espalmador
Hay un lugar cerca de Formentera que poca gente conoce: el islote deshabitado de Espalmador. Accesible únicamente a través de un pequeño bote llamado Bahía, este rincón del paraíso le sorprenderá por su belleza. Totalmente deshabitado y desprovisto de instalaciones turísticas, encarna plenamente la idea de una isla desierta. En Espalmador, no encontrará un bar, un restaurante, un quiosco de playa, un hotel. Nada de nada.
¿Qué tiene de bueno? ¡Justo esto! El barco Bahia le dejará en su larga playa de arena blanca y sólo le rodeará el mar cristalino. Vivirás una experiencia a lo Robinson Crusoe.
