El freelance es aquella persona que ha decidido trabajar por cuenta propia. Puede operar como autónomo o tener su propia empresa, pero se caracteriza por tener espíritu emprendedor y ser lo suficientemente capaz como para atender a las múltiples tarea que implica trabajar solo y sacar adelante un proyecto personal.
El freelance trabaja de forma independiente ofreciendo servicios a otros profesionales o empresas. Aunque no es un requisito necesario, en la mayoría de los casos suele tratarse de alguien que desarrolla su labor directamente desde su casa. No deja de ser un autónomo, pero para muchas personas el freelance es un perfil algo diferente. Veamos algunos aspectos positivos y negativos de escoger esta forma de trabajar. Empezaremos con cuatro ventajas y luego pasaremos a cuatro desventajas.
3Eres tu propio jefe
Incluso aquellas personas que nunca se han lanzado a la aventura de emprender reconocen que no tener jefe es una de las mayores ventajas de ser freelance. Para bien o para mal el profesional es el único responsable de su negocio, esto quiere decir que todas las decisiones van a recaer sobre él.
El éxito será todo suyo, pero si se equivoca también tendrá que asumir su responsabilidad. Aunque a veces llevar sobre la espalda todo el peso de la responsabilidad de un negocio puede ser complicado, al final las cosas buenas compensan a las malas. El freelance sabe que es el único artífice de su éxito y eso le empuja a seguir trabajando y esforzándose, y por el camino se ahorra tener que tratar con jefes que no le valoren.
