El ritmo de vida actual, con prisas constante y jornadas laborales larguísimas, determinan nuestros hábitos y nuestros horarios, hasta tal punto que algunas personas no pueden tomar su última comida del día hasta las después de las 22 h. El problema es que esta costumbre de comer por la noche puede tener efectos negativos para la salud, ya que según los consejos de los expertos, lo recomendable es cenar 3 o 4 horas antes de irnos a dormir para no alterar el proceso digestivo y metabólico.
3PROBLEMAS METABÓLICOS

Comer por la noche también afecta negativamente al ciclo metabólico, ya que mientras dormimos, al organismo le cuesta mucho más procesar los alimentos. Esto puede incrementar el riesgo de padecer diabetes tipo 2, favorece el aumento de peso, y puede provocar problemas gastrointestinales a medio plazo. Incluso puede llegar a afectar al estado de ánimo.