Dicen que lo que fácil viene fácil se va, y parece que esta máxima se cumple en el caso de una de las ganadoras de las últimas ediciones de Gran Hermano. Un programa que ha dado la fama a muchos, pero que también ha llevado a la ruina a otros.
En los más de 20 años que han pasado desde su estreno, hemos visto de todo, pero el fenómeno de los concursantes arruinados no es nada nuevo. Hay bastantes ejemplos de ganadores y participantes que no supieron utilizar bien el dinero que habían ganado, como la protagonista de este artículo.
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Su romance con Gonzalo Montoya
No es nada extraño que surja el amor en la casa de Gran Hermano, lo extraño es que esa relación pueda sobrevivir una vez que los concursantes están en la calle, pero hay excepciones, como la de Susana y Gonzalo.
Su amor surgió delante de las cámaras, y la pareja no se rompió a las primeras de cambio tras salir de la casa de Guadalix. Fueron pareja durante unos años aunque, curiosamente, su relación se rompió como había nacido: delante de la cámara.
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El “negocio” de participar en Gran Hermano
Además de por vivir la experiencia de convivencia con un grupo de desconocidos, muchos de los participantes del reality han tomado parte en él porque sabían que era una buena forma de ganar dinero, incluso aunque no ganaran.
El premio para el ganador era de 300.000 euros, pero a ello hay que sumarle que todos los participantes cobran por su participación en el programa, y pueden seguir ganando dinero si luego participan en otros formatos como Sálvame.
