Telefónica se encuentra en una encrucijada. Su situación financiera está marcada por la elevada deuda que arrastra desde hace una década y que, a pesar de haber reducido notablemente, todavía sigue siendo un lastre para el equilibrio de sus cuentas. Tras un largo período reduciendo el nivel de pasivo, la teleco volvió a registrar en el segundo trimestre un aumento de su deuda. Con un alto apalancamiento y unos bonos con mala calificación crediticia por parte de las principales agencias que le costará mejorar, Telefónica sigue dando prioridad a las desinversiones como estrategia de saneamiento financiero.
A esta coyuntura se añade el ambicioso objetivo de la compañía de mantener un elevado dividendo con el que atraer a inversores y dar un impulso a su cotización. El reto es complejo y algunas voces del mercado ya avisan de la posibilidad de una reducción de la retribución a sus accionistas por parte de la compañía que dirige José María Álvarez Pallete. El dividendo que promete repartir Telefónica cuenta con una rentabilidad en torno al 7%, por encima de la rentabilidad media de sus homólogas europeas, que se sitúa por encima del 4%.
Se trata de una política de remuneración al accionista para la que el consejo de administración de la teleco también aprobó proponer a la junta de accionistas la amortización del 0,43% del capital que la compañía tiene en autocartera. Sin embargo, la situación financiera marcada por el alto apalancamiento hace que los expertos duden de que la compañía pueda mantener el dividendo al nivel actual y creen que tenga que recurrir a un recorte para reducirlo.
LOS EXPERTOS VEN POSIBLE QUE TELEFÓNICA RECORTE EL DIVIDENDO
Más si cabe en un entorno hipercompetitivo como es el sector de las empresas de telecomunicaciones en España. La fusión de Orange y MásMóvil y la amenaza de operadores que vienen pisando fuerte desde abajo como es el caso de la firma rumana Digi, hacen del mercado español uno de los más apretados, en el que la lucha por la captación de clientes es cada vez más dura.
Las presiones competitivas en Europa siguen siendo una amenaza y es probable que las medidas de retención de efectivo, incluidos los recortes en la remuneración a los accionistas, sigan siendo necesarias para mejorar el apalancamiento», explican los analistas de la firma de análisis Bloomberg Intelligence en un reciente informe. Una opinión que, lejos de ser nueva, lleva sonando entre los expertos desde hace unos meses.
La primera en dar la voz de alarma sobre el posible tijeretazo al dividendo de la teleco fue Credit Suisse el pasado abril. La entidad suiza publicó un informe sobre Telefónica donde advertía de la posibilidad de que la compañía llevara a cabo esta medida como consecuencia del elevado apalancamiento por la compra de espectro y por las cuantías en pagos por prejubilación a sus trabajadores. Cabe destacar que el informe estaba a cargo de Pilar Vico, quien fuera durante cuatro años la responsable de las relaciones con inversores de Telefónica.
LAS SUBIDAS DE TIPOS NO AYUDAN
Asimismo, la entidad ya advertía de los obstáculos de la teleco para reducir su apalancamiento, con la dificultad añadida del entorno monetario marcado por las subidas de tipos. El Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y otros bancos centrales de países económicamente relevantes están llevando a cabo este tipo de medidas para reducir la alta inflación que sacude la economía mundial.
Desde el jueves y hasta el domingo se está llevando a cabo en el estado de Wyoming el simposio de banqueros de Jackson Hole, bajo el título ‘Reevaluación de las limitaciones de la economía y la política’. Inversores de todo el mundo están pendientes de la ponencia marcada programada para este viernes de el presidente de la Fed, Jerome Powell, del que se espera que siga con la política monetaria de tipos más altos.
Bajo este entorno económico, los expertos recomiendan invertir en valores que tengan bajo apalancamiento, poder de fijación de precios (como puede darse en el sector del lujo) o que tengan líneas productos innovadores. Son características que Telefónica no cumple por ahora, dada la extrema competitividad del mercado, al menos en España, y su situación financiera respecto a la deuda y las inversiones.
NO MEJORARÁ SU MALA CALIFICACIÓN CREDITICIA A CORTO PLAZO
Por todo ello, Telefónica está dando prioridad a las desinversiones, como lo demuestran las últimas operaciones en materia de venta de activos que está llevando a cabo. Así, la venta parcial de la fibra óptica en zonas rurales de España o la negociación que está llevando a cabo para vender sus filial de fibra en Perú a KKR dan buena cuenta de la estrategia definida por la teleco que dirige Pallete. Sin embargo, el otro gran problema con el que cuenta la compañía es la mala calificación crediticia de su deuda, cercana al bono basura.
Los expertos creen que la teleco cuenta con poco margen de mejora en este aspecto, al menos en un futuro próximo. «Creemos que Telefónica puede reducir modestamente su deuda a corto plazo, pero no lo suficiente como para aliviar la presión sobre su calificación BBB», destacan los analistas de Bloomberg.
En este sentido, añaden que si bien «los diferenciales senior no ofrecen mucha compensación», los bonos híbridos -más afectados por la pandemia y que no se enfrentan al mismo precipicio de calificaciones- «pueden tener un potencial de endurecimiento a medida que se estabilizan los fundamentos».