Las subidas de tipos de interés que los bancos centrales a nivel mundial han comenzado a realizar como medida para atacar la inflación proveniente desde la llegada de la pandemia y presionada por la incursión bélica de Rusia contra Ucrania, repercute directamente en el comportamiento de las acciones del sector bancario y financiero.
Cuando los bancos centrales realizan subidas de tipos, generalmente los bancos comerciales toman provecho y pescan en río revuelto, es decir, suben sus tasas de intermediación con lo cual generan mayores ingresospor colocación y a su vez mayor captación vía títulos de renta fija privada a plazo fijo. Esto lo que vislumbra es mayor retribución líquida para el banco con posibilidad de colocación de calidad, con ranking de mejor perfil, disminución de la morosidad y mejores resultados en términos de beneficio.
Cuando la noticia de subidas de tipos de interés sale a la luz pública, las acciones del sector financiero generalmente se ven afectadas por el impulso de pánico bursátil mas no por el descuento de la noticia en el futuro. Por ende, aunque la mayoría genera un movimiento de retroceso, una vez se encuentra con áreas preestablecidas, las acciones suelen tomar impulso al alza como es el caso de Bankinter.
Si nos remitimos al artículo publicado el 25 de marzo a través de nuestra web Inversión.es denominado «María Dolores Dancausa (Bankinter) asegura cumplir sus metas propuestas a 2023″, podemos notar esas áreas preestablecidas que están correlacionadas a las dos frecuencias del precio en M1.
BANKINTER SIGUE CRECIENDO
Nos encontrábamos con un soporte relevante de gráfico semanal que data de diciembre de 2019 y de mayo de 2021 confluyendo al mismo tiempo con un área de soporte registrado en octubre del año pasado en inmediaciones de 5,20 euros que adicional a ello, confluía con la directriz alcista que el precio ha formado desde noviembre de 2020 cuando alcanzaron los mínimos creados por la pandemia.
Si bien es cierto que dicha directriz se vio quebrada por la incursión de Rusia en Ucrania, también es claro que su recuperación se dio en la semana posterior invalidando ese movimiento y manteniendo la continuidad alcista.
Desde nuestro artículo anterior hasta este momento, la acción ha desarrollado más de un 13% de beneficio, pero lo más importante es que el precio muestra potencial al alza en busca de ese objetivo en los máximos de enero de 2018 arriba de 6,8 euros por acción lo que representa un 18% de beneficio adicional.
Es supremamente importante que el precio desarrolle una ruptura sólida del precio de referencia en su máximo más cercano registrado en la semana del 7 de febrero arriba de 6,08 euros de manera tal que, de realizar la ruptura con solidez, tome el debido impulso al primer objetivo. Caso contrario, estaría generando un patrón de reversión con lo cual podría buscar nuevamente los mínimos alcanzados por la guerra rusa en inmediaciones de 4,1 euros por acción.