Los autónomos tienen que atender a muchas cosas en su día a día. Con tantas tareas pendientes, no es de extrañar que en algún momento puedan equivocarse. Tanto es así, que cometer un error en una factura no es nada extraño.
Una cifra mal reflejada, se ha olvidado añadir el IVA, el nombre del cliente está mal escrito… errores hay de muchos tipos, pero todos ellos tienen en común que pueden dar lugar a la imposición de una sanción por parte de Hacienda.
Un error en una factura se paga caro
Los autónomos deben ser extremadamente escrupulosos en su relación con la Agencia Tributaria. Saben que esta siempre tiene la lupa puesta sobre ellos y que no admite fallos, aunque se trate de una sencilla errata.
La Administración no entra a valorar en estos casos si ha habido intención de defraudar o se trata de un simple error en una factura. Si hay algo mal y lo detecta, procede a imponer la correspondiente sanción.
