sábado, 14 diciembre 2024

La verdad que oculta la escisión de Naturgy y su batacazo en Bolsa

Mientras se van conociendo más detalles por parte de la compañía presidida por Francisco Reynés, los análisis de los expertos van despejando dudas acerca de la idoneidad o no del Proyecto Géminis y del interés que ha impulsado a la cúpula de Naturgy a la escisión. Darío García, analista de XTB, explica a MERCA2 que «aparentemente, el principal motivo reside en separar los accionistas ‘tradicionales’ o ‘estratégicos’, de aquellos con posicionamiento estrictamente de inversión». También «el intento fallido de hacer fracasar la OPA de IFM puede estar detrás de la noticia». Lo que se buscaría es «proteger el negocio regulado de la inversión extranjera, mientras se liberaliza la parte más comercial del negocio en la otra sociedad».

Para García, Reynés tiene tablas de sobra para llevar a buen puerto la operación. «La persona sobre quien reside la responsabilidad del proyecto cuenta con experiencia y el éxito de operaciones anteriores que dieron lugar, por ejemplo, a Cellnex tras su escisión de Abertis».

Pero a pesar de todo, las acciones de Naturgy continúan siendo castigadas duramente en el parqué. Tras la debacle del viernes 11 de febrero, cuando el valor cayó casi un 12%, en las cinco sesiones de la semana pasada, la compañía se dejaba otro 3% en la Bolsa, con cuatro jornadas de caídas y tan solo una en positivo. Esta semana comenzaba con otro fuerte descenso, de un 4,7% que dejaba a Naturgy en 23,14€. La paz sellada entre Criteria Caixa e IFM, puede ser una de las causas a tener en cuenta.

Para Antonio Castelo, estratega de iBroker, «desde hace meses, el consenso de analistas coincide en señalar que Naturgy ha estado cotizando por encima de su valor real. Por ejemplo, a 31 de diciembre pasado el precio promedio objetivo se situaba en 21,93 euros por acción y cerraba a 28,63 euros».

Según Castelo, «durante meses su cotización ha contado con el ‘comodín’ de la OPA lanzada por el fondo australiano IFM al precio de 22,07 euros por acción, cuando cotizaba en el entorno de los 18 euros. Como al final el oferente apenas consiguió el 10,8% del capital, cuando su objetivo inicial estaba entre el 17% y el 22%, se ha visto obligado a seguir comprando acciones en el mercado, lo que ha llevado su precio a los niveles máximos alcanzados a mediados de enero y cercanos a los 30 euros».

«Con tantas acciones en tan pocas manos, el free-flow (el capital libre que queda cotizando) se ha estrechado mucho, ya que Criteria Caixa, que es su mayor accionista y que era contrario a la OPA de IFM, también ha ido comprando títulos en el mercado», recuerda el estratega de iBroker.

El precio objetivo de la acción de Naturgy en la actualidad ronda los 22,7 euros y ayer cerró la sesión en 23,14 es decir, cada vez más cerca en un movimiento de corrección normal, aunque quizás demasiado acelerado, y desencadenado por los últimos acontecimientos.

UN DESPLOME QUE TENÍA QUE LLEGAR

El periodista especializado en información de Energía, José María Camarero, comentaba en Negocios TV el primer día tras el anuncio de escisión, que: «los análisis están siendo positivos acerca de lo que es la escisión. Algunos dicen que esto puede dar más valor, porque pueden centrarse en sus planes estratégicos en cada una de las empresas que surjan. Lo que pasa es que el mercado ya está descontando que Naturgy viene de pasar del entorno de los 18 euros al de los 28 euros en tan solo un año. Ha tenido una revalorización muy grande en solo 12 meses y estamos ante un ajuste del valor de la compañía».

Por su parte, Castelo indica a MERCA2 que «como consecuencia del anunciado spin-off, la cotización se ha desplomado, y esto es lógico», ya que si bien es verdad que «cuando se produce un spin-off es muy normal que la suma de las partes llegue a valer más de forma individual que el negocio en su conjunto, habrá que esperar para ver cómo se va a definir realmente la escisión, como se dividirá exactamente el negocio, los ingresos, los coste y demás, y también cómo será la estructura de la deuda y otros muchos más aspectos».

Por tanto estas bajadas tan drásticas del precio de la acción de Naturgy no son achacables al 100%, ni mucho menos, al spin-off anunciado por Reynés, sino especialmente al elevado precio al que cotizaba en los últimos meses, lejos del promedio objetivo de valoración de los expertos, y también posiblemente a la tregua entre Criteria Caixa e IFM, quienes parece que se dan por satisfechos con la cuota de poder que han conseguido en el nuevo Consejo de Administración y, por tanto, dejarán de luchar por la adquisición de más acciones, lo que está haciendo que la demanda ya no sea ni parecida a la de los últimos meses.

«Tiene sentido que la cotización se acerque al precio teórico que marcan los analistas, siguiendo unos criterios fundamentales, que consideran menos los intereses de unos y otros accionistas mayoritarios, y más los intereses puramente financieros y de negocio», apostilla Castelo.

Dario García por su parte se enfoca más en «la lucha que ha habido durante 2021 para evitar que IFM entrase al capital y mucho menos lograra una silla en el Consejo de Administración, que infló el valor a niveles que no estaban justificados desde el punto de vista fundamental».

LAS DOS EMPRESAS RESULTANTES NO TENDRÁN EL MISMO ATRACTIVO

Según Reynés, la escisión se ha hecho para definir mejor el rumbo de Naturgy en el futuro, con la separación de esa parte regulada y esa otra liberalizada. El objetivo es impulsar la compañía. Pero también es cierto que al segregar la empresa, las posibilidades de vender una parte son más reales y factibles. Esa idea no se valora o por lo menos eso dijo el presidente de la energética, pero hay analistas que prevén que pueda ocurrir en un futuro no demasiado lejano.

Los inversores que están presentes en Naturgy podrán elegir entre los dos tipos de negocio y puede que algunos estén mucho más interesados en estar presente en una de las dos compañías por separado en vez de en las dos.

Según José Lizán, gestor de Retro Magnun Sicav, «los inversores de capital riesgo y fondos tendrán la opción de desinvertir en la parte de infraestructuras y centrarse más en la parte de generación y el pipeline de renovables, que es donde puede estar lo más jugoso de la compañía cuando se materialice definitivamente la escisión. Creo que el apetito inversor va estar en la parte de generación y de renovables».


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