Azora ha creado un nuevo vehículo inversor con una capacidad de más de 1.000 millones de euros centrado en el sector residencial del ‘built to rent’, con el objetivo de levantar más de 8.000 viviendas de alquiler durante los próximo cinco años en España.
Se trata de Brisa, el fondo que ha lanzado junto con un inversor institucional global y cuya estrategia será la misma que la gestora española de activos independientes lleva implementando desde el lanzamiento de su primer vehículo residencial, en 2003.
De esta forma, según informa en un comunicado, se encaminará tanto a acuerdos estratégicos con promotores nacionales y locales para la adquisición de proyectos llave en mano, como en la adquisición de terrenos para desarrollo propio.
La inversión se realizará en localizaciones estratégicas, caracterizadas por su alta demanda de vivienda para el alquiler como son Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Palma de Mallorca y Valencia, entre otras.
La gestión operativa y comercialización de la cartera de activos la realizará Azzam, filial de Azora especializada en property management y leasing, creada hace más de una década y que actualmente gestiona más de 15.000 unidades de residencial en alquiler en nombre de Azora y de otros inversores institucionales.
La gestora argumenta que el mercado residencial en alquiler español es uno de los que presenta mayor oportunidad de crecimiento en Europa, sustentado por un déficit estructural de vivienda en alquiler estimado en 2,5 millones de unidades.
Además, la «alta fragmentación del mercado y la escasa presencia de actores institucionales» presentaría, en su opinión, una oportunidad para que gestores profesionales puedan consolidar una cartera de activos de calidad.
Desde el lanzamiento de su primer vehículo inversor, Azora ha gestionado más de 2.600 millones de euros en activos residenciales para su base de clientes global, a través de siete plataformas diferentes.
En esta operación, Lazard ha actuado como agente de colocación privada para el levantamiento de capital y Freshfields Bruckhaus Deringer y Clifford Chance han actuado como asesores legales.