El cuidado del medio ambiente, la preocupación por el calentamiento global o el empeño por mantener los mares están a la orden del día. Estos problemas son los que van a marcar la agenda del futuro. También en el mundo de las inversiones, que no vive ajeno a esa realidad.
Los océanos son uno de los focos en los que se ha centrado el Pacto Verde y de los fondos europeos de recuperación que defienden proyectos dirigidos a ralentizar el calentamiento global, la sobrepesca, el plástico y la contaminación del agua. Todos estos problemas entran dentro del contexto de la economía azul. Según la definición de la Unión Europea, se trata de la economía que reconoce la importancia de los mares y océanos como motores de la economía por su gran potencial para la innovación y el crecimiento.
ESPAÑA, LA SEGUNDA DE LA UE
La economía azul en la Unión Europea en cuanto a facturación o empleo, entre otros, ha jugado un papel considerable en contribución. Facturó alrededor de 750.000 millones de euros y dio empleo a unos 5,4 millones de trabajadores en 2018.
En el caso de España es, por detrás de Reino Unido, la segunda economía azul de la Unión, según el Parlamento Europeo. Da empleo a casi un millón de personas, el 5% de la población ocupada, y supone el 3% del valor añadido bruto. Esto es un dato que deja muy atrás a países como Francia (1,4% del empleo y 1% del valor agregado bruto) o Italia (2,3% y 1,5%).
Los mares sostienen 31 millones de empleos directos y son el canal para el 90% del transporte mundial de mercancías
Informe ‘The blue economy report 2021’
Además, el sector del turismo costero aporta aproximadamente el 75% de los empleos y el 67% del valor añadido bruto. Por su parte, el de los recursos vivos, con la pesca como su eje potencial, son los que más hay que tener en cuenta en un país con más de 8.000 kilómetros de costa, y que es una de los grandes exponentes turísticos y pesqueros, tal y como lo señala el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
UNA OPORTUNIDAD DE INVERSIÓN
La cantidad de oportunidades se multiplica todavía más si nos fijamos en que la economía azul cada día se encuentra más destacada en las agendas políticas. En julio de 2021 entró en vigor el nuevo fondo de las políticas marítima y pesquera para el periodo 2021-2027, el Fempa. Invertirá 6.108 millones de euros para fomentar la pesca sostenible y ayudar a las comunidades costeras. En febrero, la UE puso en marcha un fondo de inversiones, BlueInvest, dotado con 75 millones de euros para proporcionar apoyo financiero a empresas que trabajan directamente en el entorno marino o negocios que producen bienes o servicios para la economía marítima. También hay que mencionar el papel de Banca March. En este escenario ha lanzado desde hace un par de años un fondo propio de renta variable global dedicado a esta economía: Mediterranean Fund. Invierte en 48 compañías de más de 20 sectores industriales y 15 países distintos
En todo caso, informes como ‘The blue economy report 2021‘ de la UE muestran que el interés por las inversiones sostenibles en la economía azul es elevado y que se espera que se duplique en la economía general para 2030.