Repsol advierte sobre el hidrógeno: se necesita apetito inversor y regulación

El camino del hidrógeno como tecnología energética ya ha iniciado su camino. Los planes, en general de futuro a 2025, 2030 y en adelante, están condicionados a la propia evolución de la energía renovable. Pero no solo. Repsol advierte del importante peso que tendrá el apetito inversor en el medio plazo y, sobre todo, el impacto de la regulación estos próximos años.

Así lo ha expresado el director de Hidrógeno de la compañía, Tomás Malango, que también ha dejado claro que existe una voluntad política para que la irrupción del hidrógeno tenga el mayor impacto posible. Aunque desde la petrolera asumen que la evolución del parque renovable será fundamental en esa marcha.

No obstante, en estos momentos la gran problemática del hidrógeno surge en torno a su coste de producción. Algo que puede lastrar las necesarias ayudas públicas para que la tecnología evolucione. En un encuentro con la prensa, Malango ha sido preguntado por el informe que publicó hace un año la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el que se pedía que dichas ayudas se acompasaran el ritmo de crecimiento de la propia tecnología. Asimismo, se insistía en que esos costes de producción debían bajar para alcanzar el punto de rentabilidad. Clave para la resolución de la ecuación: que los precios energéticos bajen.

Sobre este punto, el directivo de Repsol se ha mostrado tranquilo sobre el futuro del hidrógeno. Ha invitado a pensar que la entrada de las renovables fue igual. Asimismo ha dejado claro que tendrá que haber ayudas sí o sí, algo que, además, está previsto en los PGE, y con las ayudas procedentes de Europa. En cuanto al apartado legislativo, será fundamental no cometer errores pasados, sobre todo en la famosa ‘seguridad jurídica’.

La seguridad jurídica será esencial para el futuro del hidrógeno

Por lo que respecta a la inversión, Tomás Malango ha puesto mucho énfasis en la importancia que tendrán los inversores que entren en el negocio del hidrógeno. Ha hablado, incluso, del «apetito de mercado» que exista para invertir en los proyectos. En este aspecto, desde Repsol, aclara que utilizarán la triple vía: acuerdos con terceros; fondos públicos; y capital propio.

REPSOL TIENE CLARA SU APUESTA

Ante cualquier escenario, lo que tienen claro desde Repsol es que se trata de una apuesta estratégica de la compañía dirigida por Josu Jon Imaz. La financiación en este punto es algo secundario para la petrolera, al menos hasta que se alcance mayor madurez en el segmento del hidrógeno.

Sobre la presentación de los planes, la energética ha mostrado una hoja de ruta que tiene por objetivo liderar el mercado en la Península Ibérica y situarse como tercer productor en Europa. Repsol prevé desarrollar el valor del hidrógeno renovable con una inversión prevista de 2.549 millones de euros hasta 2030. Para ello empleará diferentes tecnologías para instalar una potencia de 552 MW en 2025 y 1,9 GW en 2030.

Repsol ya ha anunciado que ubicará plantas de electrolizadores en el entorno de sus complejos industriales. El pasado 20 de septiembre, la compañía comunicó la instalación del primer electrolizador en su refinería de Petronor, en Bilbao. Con una capacidad de 2,5 MW, la planta entrará en funcionamiento en el segundo semestre de 2022 y abastecerá tanto a la refinería como a algunas instalaciones del Parque Tecnológico de la Margen Izquierda, situado en el cercano municipio de Abanto y Zierbena.

Asimismo, la compañía ha anunciado la instalación de otras plantas de electrolizadores en las inmediaciones de sus centros industriales. Entre los proyectos ya anunciados destacan los electrolizadores de 100 MW que se situarán en las refinerías de Cartagena y Tarragona, y en la de Petronor. La compañía también construirá un electrolizador de 10 MW junto a Enagás y el Ente Vasco de la Energía (EVE) para abastecer a la planta de combustibles sintéticos que se instalará en el puerto de Bilbao.

Por otro lado, Repsol y EDP acaban de formalizar una alianza para promover conjuntamente la producción de hidrógeno renovable en la Península Ibérica. El acuerdo contempla, en una primera fase, tres oportunidades de inversión en distintos emplazamientos. Repsol liderará el proyecto localizado en el País Vasco, cuyo objetivo es instalar un electrolizador a gran escala, dentro de la iniciativa del Corredor Vasco del Hidrógeno.

Por su parte, EDP liderará un proyecto en Asturias con el que se pretende crear un Valle del Hidrógeno en esta comunidad autónoma, así como un proyecto en Sines (Portugal), aprovechando las sinergias entre las operaciones de Repsol en su complejo petroquímico –como potencial usuario de gas renovable– y el papel de EDP como proveedor de energía. Con este acuerdo, ambas compañías ponen de manifiesto, una vez más, la importancia de la colaboración, tanto entre entidades públicas como privadas, para afrontar con éxito y rapidez la transición energética.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.