En un entorno cada vez más competitivo, las empresas deben buscar nuevas fórmulas para destacar frente a la competencia y ganarse el favor de los clientes. De ahí el creciente interés de los últimos años en mejorar el packaging.
Ha pasado de ser algo sin importancia a un elemento más de la imagen de marca. Capaz de transmitir los valores de la misma y de captar el interés tanto de quienes ya son clientes como de quienes podrían llegar a serlo.
Packaging polivalente
Otra opción para mejorar los embalajes es conseguir que estos tengan una vida útil más allá de su misión principal. Por ejemplo, H&M tenía hace unos años una bolsa de papel que se convertía en una original percha.
Si el embalaje no se puede modificar, prueba a darle a tus clientes algunas ideas sobre cómo puede usarlo. Por ejemplo: “¡No me tires a la basura! Puedo ser el nuevo hogar de tus accesorios”.