Argelia corta el grifo, llegan los hombres de negro y octubre asusta a los mercados

No pudo ser. Los esfuerzos diplomáticos del Ministerio de Exteriores y de los directivos de Naturgy y Enagás no han podido evitar que Argelia haya decidido cortar el suministro del gasoducto del Magreb para castigar a su eterno enemigo marroquí, en una pelea que tiene como víctima indirecta al pueblo español.

Si nada ni nadie lo remedia a partir del próximo uno de noviembre el gas que llega a España del Norte de África provendrá casi exclusivamente de Medgaz, el otro gasoducto que conecta las costas argelinas con las españolas, obligando al Gobierno a buscar otras alternativas para paliar los efectos de la crisis energética. Habrá que convencer a las compañías que traen buques de Gas Natural Licuado (GNL) para que vengan a la Península Ibérica en lugar de marchar hacia tierras asiáticas, que es donde más se les paga por sus servicios.

Aunque desde el Palacio de la Moncloa se insiste en que se trata de cuestiones geopolíticas que no afectan al suministro de gas natural para las calefacciones de los hogares lo cierto es que el precio de esta fuente de energía sigue creciendo como la espuma. En los nueve primeros meses del año el importe se ha disparado un 330%, impulsado por la creciente demanda internacional y por el coste de los derechos de emisión de CO2.

La ofensiva regulatoria para reducir los gases que provocan el denominado «efecto invernadero» ha reducido los incentivos para realizar nuevas inversiones que hayan permitido elevar el suministro, a pesar de ser la principal fuente energética de respaldo para las renovables.

Y a todo esto se suma la batalla del Ministerio de Transición Energética con las compañías generadoras de electricidad, que amenazan ahora con parar las centrales eólicas y fotovoltaicas tras el decretazo aprobado por el departamento que dirige Teresa Ribera.

Fuentes del sector apuntan a MERCA2 que incluso se está barajando la posibilidad de aumentar la producción de electricidad mediante la quema de carbón (centrales térmicas), tal como ha sucedido en Alemania. O en China, donde a pesar de las promesas verdes del Gobierno de Xi Jin Ping el país sigue generando el 70% de la electricidad mediante esta vía. Las emisiones de CO2 pasan a un segundo plano cuando de evitar apagones se trata.

PUERTAS GIRATORIAS: CARMONA A IBERDROLA

Con este panorama la decisión de Iberdrola de nombrar al político socialista Antonio Miguel Carmona como nuevo vicepresidente de su división española ha causado estupor en muchos e indignación en otros, al tratarse de un caso evidente de puertas giratorias. El economista y profesor universitario, conocido por su presencia en tertulias televisivas de todo color y pelaje, ha logrado el favor de Sánchez Galán a pesar de que se trata de un político que no se lleva muy bien con el presidente del Gobierno ni con sus socios de Unidas Podemos.

El nombramiento se produce, además, en plena batalla con el PSOE por la gestión de los pantanos y la designación se realiza para “tender puentes y reconducir las relaciones” con el Ejecutivo, según señalan desde el entorno del nuevo directivo.

En el ámbito macroeconómico, el Gobierno tiene otro reto a corto plazo: superar el examen de las autoridades europeas para seguir recibiendo el maná del Next Generation EU, que es el nombre que le han puesto los directores de la orquesta comunitaria al plan keynesiano con el que pretenden evitar el derrumbe del Viejo Continente tras el COVID y la resaca de la crisis financiera de 2008, hoy convertida en una bomba de relojería cebada con montañas de deuda pública.

En los próximos días los hombres de negro llegan a España para comprobar el estado de las reformas prometidas para entregar otros 10.000 millones de euros. A ver cómo se les apaña Nadia Calviño para decirles a sus amigos de la Comisión Europea que Yolanda Díaz pretende seguir adelante con la derogación de la famosa reforma laboral aprobada por el PP hace casi una década. Por no mencionar los escasos avances en la reforma de pensiones, que tiene más parches que una bicicleta de los años ochenta pero que sigue siendo igual de insostenible que siempre.

EL DÓLAR VUELVE A SER EL REFUGIO PREFERIDO

Y mientras los mercados, ajenos a todas estas batallas nacionales siguen encajando el golpe que ha supuesto la constatación de que la inflación es estructural, es decir, que ha venido para quedarse, al menos durante un tiempo. La rentabilidad de la deuda pública experimentó una notable subida la pasada semana –especialmente el Treasury USA– y el dólar ha mostrado una fortaleza frente al euro que ha sorprendido a propios y extraños.

Parece confirmarse que cuando hay tambores de retirada de estímulos monetarios la divisa estadounidense sigue siendo el refugio preferido, aunque las criptodivisas también aspiran a ocupar ese lugar de privilegio en las carteras globales. En el mes de septiembre tanto la libra esterlina como el euro se han depreciado frente al dólar un 3,2% y un 2,5%, respectivamente. Mientras que el bitcoin ha logrado superar el efecto de la prohibición china registrando máximos intradía de 44.000 dólares. Los analistas empiezan a asumir que un nuevo rally está en ciernes y que el modo correctivo de esta criptodivisa por excelencia se desvanece.

Como consecuencia de la amenaza inflacionaria los inversores en renta fija afrontan el peor año de las últimas dos décadas tal como refleja el índice global de bonos soberanos y corporativo de Bloomberg que ha perdido un 4,1% desde el arranque de enero: la mayor caída registrada en los primeros nueve meses del ejercicio desde 1999.

Y en cuanto a la renta variable, las cosas no han ido mucho mejor. El S&P 500 y el Nasdaq acaban de cerrar su peor mes desde el inicio de la pandemia, con caídas del 5%, mientras que en Europa las reducciones de los principales índices han sido algo inferiores.

Cuidado porque octubre no suele ser un buen mes para los mercados y este no parece que vaya a ser una excepción. Aquellos que tengan liquidez y quieran aprovechar las caídas para tomar posiciones tendrán oportunidades, pero cuidado con perseguir beneficios rápidos porque ahora mismo las incertidumbres son muchas y variadas. Hagamos caso del refranero español y hagamos los experimentos sólo con gaseosa, al menos hasta que se hayan despejado algunas de las incógnitas actuales. Hasta entonces abróchense los cinturones y procuren disfrutar del viaje.