El Real Decreto Ley 17/2021 poner de rodillas a Endesa frente a sus clientes mayoristas con quienes pretende modificar los contratos ya firmados sobre el suministro eléctrico a largo plazo. Este decreto, entre otras cosas, obligaría a Endesa a subastar un porcentaje del suministro dividido entre comercializadoras e industrias a la vez que deberá hacer la devolución de los beneficios extraordinarios que se generen hasta marzo de 2022.
De esta forma y ante los contratos ya firmados con anterioridad específicamente entre clientes mayoristas y Endesa, obliga a Endesa a renegociar las condiciones de suministro y por ende el costo.
Es claro que ante el elevado costo actual del gas y de la energía, las empresas del sector energético tendrán que afrontar una letal disminución de sus ingresos para cubrir los contratos ya firmados desde el pasado con precios a futuro los cuales parece que serán mayores a los actuales. Por ende, si la empresa recibe menos ingresos, automáticamente su ebitda se afecta y podría inclusive tener perdidas al cierre del período fiscal.
De esta forma es que el mercado ha actuado frente al comportamiento de la acción de Endesa lastrándola más de un 10% desde el anuncio de la aprobación del decreto ley, llevándola desde los 20,4 euros hasta los 17,8 euros desde donde podría tomar un mayor impacto a la baja.
Si miramos el gráfico de marco mensual para Endesa, podemos observar una estructura amplia de triángulo la cual se viene desarrollando desde los mínimos históricos del primero de agosto de 2002 en 8,7 euros hasta los máximos históricos alcanzados para marzo de 2007 en niveles cercanos a los 41 euros.
El precio ha presentado durante todos estos años ese comportamiento cíclico el cual se va estrechando cada vez más esperando la oportunidad de salir del triángulo a la ruptura de cualquiera de sus directrices. Es imprescindible ver la forma en que el precio ha respetado las directrices aún con los impactos que la empresa ha asumido como por ejemplo en 2014 por la venta de los activos en Latinoamérica y la repartición de dividendos, o la tan famosa pandemia del COVID-19, movimientos que el precio va cerrando cada vez más para colocarse en punto de giro.
Actualmente vemos que el precio con la noticia emitida por Rivera ha realizado la ruptura del último soporte de agosto de 2018 en niveles de 19,6 euros de manera tal que, a un primer retroceso cercano a la siguiente resistencia ubicada en 18,3 euros, el precio podría impulsarse a buscar el nivel inferior del triángulo, es decir, la directriz ascendente ubicada en proximidades de los 15,8 euros por acción. Esto representa un porcentaje adicional del 13% estimado para el corto a mediano plazo.