El “volcano hunting” o “caza de volcanes”, un término utilizado para aludir al turismo que busca acercarse a estos puntos calientes del planeta, ha vuelto a estar en el foco de atención tras las declaraciones este lunes de la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, sobre la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma.
A los contingentes de agentes de emergencia y científicos que monitorean la explosión se suman turistas que muestran interés por observar el raro fenómeno de un volcán activo, ya que sólo está restringida el área cercana al cráter y no a la isla. Situaciones similares han experimentado regiones como Sicilia, Hawái o Islandia, destinos cuyos volcanes atraen cada año a millones de turistas.
Repasamos en inversión.es algunos de los ejemplos más paradigmáticos en los que estos fenómenos naturales ayudan a atraer y potenciar el turismo.
ETNA, EN SICILIA
Con el rugir del monte Etna, el volcán europeo más activo ha atraído en más de una ocasión a miles de viajeros europeos y americanos ansiosos de emoción. En el Etna no son tan inusuales las erupciones. Cuenta la leyenda que el filósofo griego Empédocles murió al caerse al cráter, tratando de ser considerado como un dios. Tanto si es un mito creado por sus detractores como si no lo es, el suceso refleja la fascinación del ser humano por los fenómenos violentos de la naturaleza.
FAGRADALSFJALL, EN ISLANDIA
Si existe una región que se ha beneficiado enormemente del turismo volcánico este año es Islandia. El 19 de marzo, este volcán de nombre impronunciable entró en erupción. Los islandeses han sido los primeros en abrir las fronteras al turismo de viajeros vacunados y así lo reflejan ya sus datos de junio, con una subida de turistas de más del 600% con respecto al año anterior. En los últimos años el país ártico se ha convertido en uno de los destinos turísticos más atractivos entre los viajeros a nivel mundial, con cifras de visitantes que han llegado a multiplicar por siete los habitantes que tiene el país. En 2008, Islandia, junto a Grecia, fue una de las economías más tocadas durante la crisis financiera global. Una crisis en la que Islandia descubrió que su turismo podía ser una nueva fuente de ingresos mucho mayor de lo que jamás habían imaginado.
Islandia reflejó una subida de turistas de más del 600% en 2020 respecto al año anterior
KILAUEA, EN HAWAII
El Kilauea, el más reciente y activo de los cinco que conforman la isla de Hawái, recibe 2,6 millones de visitantes al año. Cinco días antes de navidad, el 20 de diciembre de 2020 entró en actividad y solo en 24 horas se convirtió en la atracción turística más solicitada por lo que diversos servicios de turismo que habían cerrado se llenaron de solicitudes. La inesperada erupción se acabó convirtiendo en un punto de partida para retomar un turismo decaído por las consecuencias de la pandemia.
WHAKARI, EN NUEVA ZELANDA
En 2019, con la erupción en la isla Whakaari, los expertos adviritieron del aumento de actividad sísmica, pero las autoridades y operadores continuaron permitiendo el acceso. Se abrió una investigación porque causó 22 muertes. En el año anterior, cerca de 17.500 personas habían visitado el lugar.
CUMBRE VIEJA, EN LA PALMA
Pese a la situación de emergencia para muchos palmeros, Reyes Maroto, ha calificado el suceso como “un espectáculo maravilloso” que fomenta el turismo. Desde la oposición han cargado contra sus palabras. No obstante, la ministra no anda tan desencaminada, ya que desde diferentes operadores han reportado un aumento del interés por acudir a La Palma. Algunos incluso están ampliando sus plazas turísticas. Las compañías de ferry Fred Olsen y Naviera Armas, que tienen rutas hacia la isla, han anunciado en redes que flotarán barcos adicionales para aquellos que quieran visitar la erupción de Cumbre Vieja.
Cuánto puede durar la erupción es la gran incógnita. Podría prolongarse «varias semanas, si no unos pocos meses», según ha explicado el director del Instituto Vulcanológico de Canarias, Nemedio Pérez.
Sólo el tiempo dirá si La Palma, que se postula como nuevo destino para los amantes de los volcanes, experimenta un auge del turismo volcánico en los próximos meses y puede encontrar una vía de beneficio para solventar las pérdidas.