Las discotecas y el ocio nocturno catalán permanece cerrado quince meses después. La Generalitat les impide la reapertura mientras cientos de empresas tratan de evitar como pueden echar la persiana definitivamente. La situación del sector es insostenible e incluso les perjudicaría abrir con restricciones sobre el aforo y el límite de horarios.
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se ha convertido en el referente para la hostelería y el ocio nocturno catalanes. Ha demostrado que se pueden frenar la invasión de competencia del Gobierno ante los tribunales, como ha sentenciado recientemente la Audiencia Nacional en favor de la ‘popular. Sólo obtienen la victoria las comunidades autónomas que han recurrido las directrices del Gobierno, que por otro lado ha reculado y rebajado sus propias medidas sobre la hostelería. Ahora ya no se impondrán aforos ni cierres, sino que serán las propias autonomías las que impongan las medidas.
Pero el ocio nocturno no se fía y ha pedido a la Generalitat de Pere Aragonés que siga el camino emprendido por Ayuso para poder iniciar la reapertura del sector tras quince meses de cierre impuesto por obligación.
La sentencia de la Audiencia Nacional es muy clara al detectar «indicios de ilegalidad» y «generar inseguridad jurídica», según ha asegurado Fercasarm, una de las principales patronales del ocio nocturno catalán. Por este motivo, ha instado a Aragonés a emprender esta vía, más cuando el TSJC se tiene que pronunciar sobre la reapertura de este sector cuando ya no hay motivos que justifiquen este cierre permanente.
LA VERBENA DE SAN JUAN, EL DÍA ‘D’ PARA EL OCIO NOCTURNO
Y es que, al contrario que en Madrid, la Generalitat no ha permitido reconvertir las discotecas en salas de restaurantes ni hostelería, impidiendo así que puedan adaptarse a las circunstancias. No ha sido hasta bien entrado el mes de mayo cuando se han tomado pasos al respecto, mientras los botellones forman parte de la noche barcelonesa.
Para esta patronal, las condiciones aprobadas hace una semana por el Consejo Interterritorial del sistema de Sanidad fueron «arbitrarias, desproporcionadas e invaden competencias exclusivas autonómicas en materia de espectáculos y actividades recreativas». En este sentido, ha instado a la Generalitat a evitar cumplir estas directrices y estudiar un plan para el sector, que ha estado fuera de la desescalada hasta hace unas semanas.
Y es que, sin el estado de alarma los semáforos covid ya no son válidos, al menos, según sentencia la Audiencia. «Esperamos que la Generalitat impugne las medidas del Consejo Interterritorial«, han asegurado fuentes de Fercasarm a MERCA2. No obstante, el Ejecutivo prepara nuevas directrices, éstas sin entrar sobre la hostelería y el ocio nocturno. La petición se realiza a tan sólo dos semanas para iniciar la primera gran fiesta del verano, la verbena de San Juan, un día señalado en el calendario para estos establecimientos y que no podrán abrir, si Aragonés no lo remedia, por segundo año consecutivo.
El sector del ocio nocturno catalán es uno de los más afectados por la pandemia. De hecho, numerosos empresarios se han sumado a la macrorreclamación contra el Gobierno de España por el cierre impuesto. El Ejecutivo central tiene hasta el próximo 20 de junio para responder. En caso de un silencio administrativo, habrá una demanda contra toda la gestión del Gobierno desde el inicio del estado de alarma.
LOS BOTELLONES Y FIESTAS ILEGALES, A LA ORDEN DEL DÍA SIN DISCOTECAS
Con todo, no hay fecha de reapertura por parte del Gobierno catalán. No se concreta ni el mes, como sí ha ocurrido con otros sectores, especialmente los más afectados por el turismo. De hecho, el primer crucero que salga de Barcelona lo hará a finales de este mismo mes de junio.
En caso de que no haya discotecas ni locales de ocio nocturno, la policía tendría que emplearse a fondo para controlar los botellones en la verbena de San Juan. «Sin oferta legal, las fiestas ilegales serán incontrolables«, afirman las mismas fuentes.
Esta patronal ha pedido una reapertura con todas las garantías sanitarias, incluyendo pruebas PCR o test de antígenos. En el interior se guardarán las distancias de seguridad, entre otras medidas. La Generalitat ha hecho una prueba piloto en Sitges (Barcelona), sin que haya habido contagios. Pero se escogieron personas negativas y en grupos burbuja.
La entidad ha pedido un ensayo con 5.000 personas y en 13 locales de Barcelona capital. Esta sería la gran prueba de fuego, pero aún no tiene el visto bueno del gobierno catalán. El mayor temor de esta patronal es un nuevo «retraso» administrativo, más cuando el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, ha reconocido su intención de reabrir lo antes posible.
UNA PRUEBA GLOBAL Y EN BARCELONA
Por ahora el plan de la Generalitat ha consistido en ayudas directas para algunos de estos establecimientos. Sin embargo, los gastos continúan corriendo y superan con creces este apoyo financiero. De esta forma, quienes tengan menos de 10 trabajadores perciben hasta 10.000 euros; 10 o más trabajadores y un aforo inferior a 1.300 personas, hasta 35.000 euros; el resto, hasta 70.000 euros.
La situación es crítica para algunas de estas discotecas. El grupo Costa Este, con 700 empleados y que es dueño de Pachá, Bling Bling y Opium, se ha sumado a la macrorreclamación de PEACovid-19 contra el Gobierno. No son los únicos establecimientos, todo el ocio nocturno de Salou, unido en la nueva patronal Arons, también lo ha hecho, así como hoteles y otras entidades. Todos ellos llevan cerrados más de un año y la situación es ya insostenible para algunos.
La Generalitat, que ha criminalizado al ocio nocturno desde el inicio de la pandemia, no ha despejado las dudas y críticas del sector. «Las ayudas son insuficientes para hacer frente a las cuantiosas pérdidas y cierres registrados«, sentencian las mismas fuentes.