jueves, 1 mayo 2025

No todo es bonito cuando se trata de hacer dropshipping

Hay muchas formas de emprender de forma sencilla y casi sin dinero, una de ellas es hacer dropshipping. Una fórmula que se ha popularizado incluso entre quienes quieren tener un negocio como fuente extra de ingresos mientras mantienen su trabajo habitual. Porque gracias a este sistema puedes tener una tienda online sin preocuparte del stock y del envío de la mercancía.

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En el dropshipping tu tienda es una mera intermediaria, un escaparate en el que se le muestra el producto al cliente. Si este decide hacer una compra, el pedido le llega directamente al proveedor, que se encargará de hacer el envío. Lo que te llevas tú es una comisión por cada artículo vendido a través de tu web. Suena bien, ¿verdad? Pues cuidado, porque no es todo tan bonito como parece.

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Puede que el dropshipper no sea un verdadero proveedor

vender online

Es posible que el dropshipper con el que has firmado el acuerdo de colaboración no sea un proveedor de productos sino un mero distribuidor. Compra productos al proveedor y los almacena, luego los va enviando según le van llegando los pedidos. Esto implica un importante riesgo de rotura del stock.

Y si se rompe el stock de tu proveedor (en realidad distribuidor) tienes un problema importante, porque los envíos van a comenzar a retrasarse. Puedes encontrarte con compras canceladas y con muchas quejas por parte de tus clientes, que se sentirán estafados porque les has vendido y cobrado algo que no tenías en stock.


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