sábado, 12 octubre 2024

Línea Directa desvela sus primeros compradores: de Blackrock a distintos ‘insiders’

Línea Directa deja entrever los primeros movimientos dentro de su accionariado. Entre ellos, destaca el aterrizaje del gigante estadounidense Blackrock y de, al menos, dos directivos de la aseguradora. Una posición que se gestó en el mismo día de su debut bursátil hace algo menos de una semana cuando en plena ebullición del valor alcanzaba una revalorización del 30%. Un acelerón que se ha rebajado en los días siguiente y que ha llevado al rojo, de momento, la apuesta de sus directivos.

Blackrock se ha convertido en el cuarto máximo accionista de Línea Directa al sumar un 1,34% del total de sus títulos. Aunque no se ha debido a que los analistas del grupo hayan apostado por la aseguradora. Así, la posición que mantiene el gigante se debe a la inclusión de las acciones de la firma española en múltiples ETF, instrumentos de inversión indexada, que van desde índices de pequeñas empresas, conocidas como smalls caps, a otros de sostenibilidad. Además, su procedencia es variada, ya que se pueden encontrar vehículos de inversión con residencia en Irlanda, Luxemburgo o en Estados Unidos.

El resto de los accionistas importantes que se han ido acercando a la compañía también son gestoras especializadas en la gestión pasiva. Así, por detrás de Blackrock se sitúa Charles Schwab con un 0,10%, seguido por State Street, Deutsche Bank y Lyxor. En lo alto se siguen manteniendo los grandes accionistas como son Cartival, el vehículo inversor con el que Jaime Botín controla su participación en la aseguradora y en Bankinter, y la propia entidad naranja. El tercero en discordia es el fondo FMR que mantiene un

LOS INSIDERS APARECEN EN LÍNEA DIRECTA

Tanto Cartival como Bankinter ejercen la figura de accionistas de referencia que debe dar estabilidad a los títulos. Pero en el esquema del accionariado típico de cualquier compañía faltaba un elemento más: los llamados insiders o aquellos directivos que tienen un fuerte conocimiento de la compañía y deciden arriesgar su dinero. La información que envían este tipo de inversores suele ser muy seguido por el mercado porque suele indicar si la compañía tienen potencial o no.

En principio, Cartival es ya de por sí un vehículo insiders, puesto que existe una relación estrecha con la parte alta de Línea Directa. Pero, además, aparecieron otros dos nuevos en el primer día de debut. En primer lugar, la directora de Motor y Transformación Digital de Línea Directa, Patricia Ayuela de Rueda, adquirió el 29 de abril hasta 43.669 títulos de la compañía.

Ayuela atesora varios años en la compañía dirigiendo la transformación digital del grupo. Un cambio que empezó a dar sus frutos hace años y que con la pandemia ha acelerado y que se ha traducido en avances claros para los clientes. De hecho, la compañía señaló durante la presentación de su nuevo camino en solitario, en la Palacio de la Bolsa, los ejecutivos de la aseguradora pusieron en valor ese potencial diferenciador frente a sus competidores. Además, la directiva también es responsable de la principal fuente de ingresos de la firma, el área de motor.

El mismo día del debut, el secretario General de Línea Directa, Pablo González-Schwitters Grimaldo, compró 17.468 acciones de la aseguradora. El directivo lleva más de 25 años en la compañía donde ha ido desempeñando distintos cargos. González-Schwitters aterrizó en 1996 procedente del bufete Cremades y Asociados para convertirse en consejero general y, ya en 2011, ascendió hasta su actual designación.

LAS ACCIONES REPLIEGAN TRAS SU EFERVESCENTE DEBUT

Curiosamente, las compras ejecutadas por los dos directivos se hicieron a 1,71 euros por título. Un precio que se alcanzó en plena efervescencia de las acciones de Línea Directa durante su debut, cuando los títulos todavía eran escasos y la demanda estaba disparada. De hecho, las acciones ya habían alcanzado dicho valor pasados únicamente 30 minutos de su estreno oficial, por lo que se intuye que las órdenes de compra de Ayuela y González-Schwitters se pudieron producir en el arranque.

Pero la subida vertical de los títulos de Línea Directa hizo techo en los 1,75 euros para luego perfilar una senda descendente que le ha llevado hasta los 1,52 euros. Hasta ahora, ese es el suelo de Línea Directa, en sus primeras sesiones, dado que posteriormente ha vuelto a escalar lentamente hasta acercarse a los 1,6 euros con los que coquetea en la actualidad.


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